Tras un duro día, los británicos sólo pasan 10 minutos al día sentados en la mesa para comer. En Italia, por ejemplo, un país en el que comer es prácticamente un ritual, se invierte el doble de tiempo. Por esto, Giovanni Rana, el fabricante de pasta fresca más popular de Italia, pretende desde hace más de 50 años compartir su pasión por la comida y la cena familiar, y ubicar el corazón de la casa en torno a una mesa.
Un estudio sobre los hábitos alimenticios y rutinas realizado a 2.000 personas ha establecido claramente que en la mesa no sólo nos sentamos para ingerir alimentos. Por ejemplo, la mesa del comedor de una familia media del Reino Unido verá 1.101 comidas van sin terminar, sufrirá 1.995 derrames de alimentos y bebidas, y será testigo de 259 rabietas de los niños a lo largo de su vida. La mesa de la cena también será la sede de 806 discusiones, 104 momentos de pasión, 312 siestas improvisadas y 594 sesiones de deberes con los niños. Pero no solamente los más pequeños emplean largas sesiones dedicadas al estudio: el adulto promedio del Reino Unido también puede hacer un total de 1.890 horas de trabajo sentado en el comedor durante toda su vida (el equivalente a 236 turnos de trabajo de ocho horas).
Los británicos cenan hasta cinco veces por semana en el sofá
A pesar de estas vertiginosas cifras, el tiempo que los británicos dedican a comer es de tan solo unos minutos (los necesarios antes de volver corriendo a la rutina laboral), y la mayoría de los encuestados confesó comer en el sofá aproximadamente cinco veces por semana (lo que equivale a 17.660 comidas a lo largo de la vida). Esto podría tener consecuencias negativas en la vida familiar y en las relaciones sentimentales. A raíz del estudio, el psicólogo clínico Nihara Krause asegura que realizar una comida en familia es «una forma sencilla, cómoda y eficaz de aumentar la estabilidad emocional y la conexión social«. Además, «es una gran oportunidad para comunicarse con los miembros de la familia», afirma Krause.
Curiosamente, la mesa es el lugar preferido para conversar tanto de los británicos como de los italianos, pero los temas que más se discuten varían según la nacionalidad. En Gran Bretaña se pueden discutir un total de cinco temas durante la cena. El cine y la televisión son los temas que se tratan con mayor frecuencia, seguidos de los cotilleos y la política. Por el contrario, la política, la economía y el dinero son los temas menos tratados en la mesa.
La mesa como el centro de la casa
Sin embargo, el 62% de los británicos no consideran que la mesa del comedor sea el corazón del hogar. Cuando se trata de una ocasión especial, sin embargo, esto cambia radicalmente y el tiempo dedicado a la preparación de alimentos pasa a ser de más de una hora. El tiempo que los británicos pasan sentados en la mesa también aumenta cuando tienen compañía.
Giovanni Rana, fundador y presidente de la marca de pasta con su mismo nombre, confiesa que para él, «la mesa debe ser un lugar para intercambiar alimentos y sabores con amigos y familiares«. Antonella Paternò, de Giovanni Rana, asegura que antes de la revolución que supuso la aparición de la marca en la década de los 60, «la pasta fresca era un plato que únicamente se servía en ocasiones especiales, como Navidad». «Los ingredientes de calidad y la habilidad del fabricante han cambiado la forma de vida de los italianos y la opinión que se tenía de la pasta rellena, como los tortellini. Ahora son un alimento básico», opina Paternò. Así, el consumo de comida de calidad y fácil de preparar permite que las familias se reúnan alrededor de la mesa, haciendo especial cada momento que pasan juntos.