Boris Johnson y Chris Boardman, ex ciclista inglés profesional y medallista olímpico, cogieron las bicicletas y dieron una vuelta por la capital británica durante el día de ayer. Con esta cita pretendían adquirir una visión generalizada sobre las condiciones a las que se enfrentan los ciclistas londinenses cada día y así dar a conocer los motivos de su plan para revolucionar el ciclismo en Londres.
Johnson persigue hacer realidad un plan de 10 años muy ambicioso, quiere conseguir dar supremacía a la bici por encima del coche. Además de constituir un desafío, constituye una gran inversión. Más de 900 millones de libras será el presupuesto que el alcalde utilizará para repavimentar carriles bici y para añadirlos en determinadas zonas.
Johnson quiere que la bicicleta pase a formar «parte integrante de la red de transporte». Boardman por su parte declaró que este era el «plan de promoción para los ciclistas más ambicioso que se recuerda en Reino Unido».
Entre las iniciativas que Johnson planea destacan los 24 km de carril bici continúo, carriles segregados al estilo holandés, una nueva red de carriles más tranquilos o nuevas rutas por la ciudad o el West End.
