Míticos ex futbolistas como Roberto Baggio, Gary Lineker y Jorge Valdano son los testigos que recoge este documental sobre la celebración de la Copa del Mundo de Patagonia 1942
Hace más de 60 años una maldita inundación borró las únicas pruebas del único mundial de fútbol celebrado en Patagonia, entre Argentina y Chile. La fuerza del agua se llevó por delante el estadio donde se jugó aquel campeonato, el trofeo, e incluso la cámara de filmación que registró el gol del campeón. Quizá por eso, por la falta de pruebas, ni la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociada) ni el mundo del fútbol han validado jamás aquel mundial, pero dos directores italianos Lorenzo Garzella y Filippo Macelloni se empeñaron en recordar a sus protagonistas, a sus goleadores, a Kramen, el alto delantero alemán que causó sensación por su potente tiro y sus gafas, a Kahelbuta, «el tigre», el mejor portero de aquel campeonato del cual decían que siempre sabía hacía donde iba a ir el balón antes de que el delantero chutase. Garzella y Macelloni presentaron el pasado sábado 20 de Abril en la capital británica y dentro del programa del Argentine Film Festival su documental «El mundial olvidado», un film que recoge las pruebas de aquel mundial de 1942 que por tan especial que fue parece increíble que se hubiese disputado.
Allá por 1940 los periódicos de todo el mundo se hacían eco de los rumores que señalaban que Sudamérica, y especialmente la Patagonia, podía albergar la cuarta edición de la Copa del Mundo de fútbol. Un sueño que lideraba el conde Otz, que, según diarios argentinos, habría convencido a Jules Rimet, presidente de la FIFA en aquellos años, para que allí se celebrase el campeonato, pero un sueño que se hizo pedazos cuando la tensión en Europa llegó al máximo y comenzó la guerra contra el nazismo. La FIFA decidió con el inicio de la Segunda Guerra Mundial cancelar el mayor torneo futbolístico hasta el fin del conflicto. En cambio, el conde Otz argumentó que el deporte debía estar por encima de las ideologías y terminó organizando la Copa del Mundo en Patagonia.
Aquel torneo lo disputaron obreros, mineros, pescadores, exiliados de una Europa en guerra, y algunos futbolistas profesionales. En este campeonato sucedieron cosas tan llamativas como que el árbitro elegido fue un reconocido malvado de la época en aquellas tierras, ya que el organizador, el conde Otz, quería que el colegiado fuese respetado por los jugadores y qué mejor que un ladrón que arbitraba con un arma en su bolsillo. Otra de las curiosidades de este torneo fue la participación del Real Patagonia, un equipo conformado por indios mapuches que de esta forma luchaban para que se les reconociese como estado propio y que aún en estos tiempos se esfuerzan en recuperar la tierra que los conquistadores españoles e ingleses les arrebataron.
Según los testimonios que recoge este documental, donde aparecen prestigiosos nombres del fútbol como los ex fubtolistas Roberto Baggio, Gary Linecker, Jorge Valdano y el ex presidente de la FIFA Joao Havelange, el 19 de diciembre de 1942 se jugó la final de esta Copa del Mundo de la Patagonia. En aquel último partido del campeonato se enfrentaron la Alemania nazi contra los indios mapuches, y hasta hace bien poco nadie podía confirmar con pruebas quién fue el campeón. Alemania y Real Patagonia empataban a uno cuando el agua terminó con todo. Hace unos años Lorenzo Garzella y Filippo Macelloni iniciaron una investigación tras descubrirse en la Patagonia el esqueleto del cámara oficial de aquel torneo, Guillermo Sandrini. Junto al cuerpo de Sandrini se encontró su cámara y en ella la filmación del gol de la victoria.
¿Quién gano el torneo? Esta es una pregunta que el espectador debe descubrir por sí mismo, tras ver el documental. Por cierto, esta no es la única pregunta a la que se enfrenta uno cuando ve este film. Y es que esta proyección tiene mucho que ver con la literatura latinoamericana de Borges, García Márquez y Osvaldo Soriano, sobre todo con este último, que escribió «El hijo de Butch Cassidy», cuento sobre el cual se basa este documental. Esta es una proyección sobre la cual uno de sus directores reconoce que han mezclado «misterio, fantasía y realidad, no es un engaño al espectador es un documental donde hemos jugado con estos elementos y es muy importante la complicidad del espectador», dice Filippo Macelloni en declaraciones a EL IBÉRICO. Y por si alguien se hace la pregunta de si realmente el Mundial de la Patagonia se disputó la respuesta de Macelloni es: «no es verdad pero yo si lo creo».
Gran historia, como sacada de una pelicula de indiana jones.