Escocia lleva años queriendo abandonar Reino Unido, pero ahora, cuando el momento de decidir se acerca, el debate está al rojo vivo entre Alex Salmond y David Cameron.
El Primer Ministro inglés ha realizado un ejercicio de democracia. Ha ofrecido a los ciudadanos que sean ellos quienes elijan el destino de su nación. Pero la celebración del Referéndum, prevista para el 18 de septiembre de 2014, será tan sólo el punto de partido de una larga confrontación en Reino Unido.
Si bien es cierto que la libertad democrática está servida, claro está que viene acompañada de un debate político ineludible. El plan de Cameron consiste en dejar elegir, pero no sin antes sacar a la luz, e intentar convencer a los escoceses, de su declive económico sin Reino Unido. Los Ministerios trabajan a destajo para elaborar informes con las consecuencias de la posible salida de Gales y les recuerdan que su salida de UK implica su salida de la Unión Europea.
La posición de Reino Unido en el mundo, la protección de nuestros ciudadanos y los beneficios económicos de UK son los tres puntos sobre los que gira el «plan de ataque» del Ministro británico contra las ideas independentistas.
Las encuestas muestran una clara tendencia hacia la permanencia de Escocia en Reino Unido aunque la parte independiente va ganando puntos con su principal defensor, Alex Salmond. El Ministro principal de Escocia apela a los recursos petrolíferos y bancarios de los que goza el país para defender su supervivencia como estado independiente de Reino Unido.