La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) ha revelado que el desempleo en Reino Unido ha descendido a su nivel más bajo desde febrero de 1974, según The Guardian. Ha bajado al 3,5% en los tres meses hasta agosto, con alrededor de 1,2 millones de personas desempleadas. No obstante, ha aumentado, por otro lado, la tasa de inactividad hasta el 21,7% con casi 9 millones de personas inactivas.
El aumento de la tasa de inactividad ha sido fomentado por los estudiantes y por las enfermedades de larga duración. Los mayores incrementos de las tasas de inactividad se han producido entre las franjas de edad de 16 a 24 años y de 50 a 64 años. El incremento de la inactividad en estos sectores de la población se explica a causa de la pandemia, puesto que los estudiantes decidieron permanecer más tiempo en los centros educativos durante los cierres y los niveles de enfermedad entre los adultos mayores crecieron en esta época.
Las tasas de inactividad habían empezado a descender de nuevo a principios de este año, sin embargo, en mayo volvieron a aumentar de forma brusca. A medida que ha aumentado la presión sobre el servicio de salud por los atrasos de covid, han incrementado también los niveles de enfermedad, responsables de que los adultos en edad de trabajar no puedan dedicarse a ello. En concreto, casi 2,5 millones de personas son inactivas debido a problemas de salud de larga duración, según The Gurdian.
El crecimiento salarial no es suficiente con la inflación
Por si fuera poco, estas cifras llegan en un momento en el que los empresarios reivindican la grave escasez de trabajadores tras la pandemia de Covid y el Brexit como freno la economía británica. En este contexto, el crecimiento salarial anual se ha fortalecido hasta el 6% en los tres meses hasta agosto, aunque excluyendo las primas el crecimiento salarial ha sido del 5,4%. No obstante, sigue sin ser suficiente para seguir el ritmo de la creciente inflación, actualmente del 9,9% en Reino Unido. La ONS ha señalado que el crecimiento salarial ha caído en términos reales un 2,4% contando las bonificaciones y un 2,9% en el caso de los salarios ordinarios.