Con motivo de la celebración del Día del Migrante, BBC Mundo publica un reportaje en relación a la cantidad de personas que abandonan España para comenzar nuevas vidas lejos de su casa.
No en vano, se prevé para el próximo año una huída de más de 580.000 personas; y una llegada de otras 450.000.
El motivo que resume la mayor parte de estas fugas no es otro que la crisis que azota Europa. Así lo resume Clara Morales, una joven de 29 años que decidió hacer las maletas y emprender su nueva aventura. «La razón principal por la que nos fuimos es la mala expectativa de trabajo que hay en nuestro país. En mi caso había algo, pero con muy malas condiciones, muchas guardias y muy mal pagado», afirma la española.
Como ella, cinco millones de personas sufren el desempleo y la incertidumbre en España. Algunos optan por irse a países europeos, como Reino Unido o Alemania; otros, prefieren saltar el charco y viajar hasta Latinoamérica y; los más valientes, eligen destinos insólitos como Estefanía González, que vive en Palestina. «En Ramala estoy contenta y muy cómoda. Aprendo profesionalmente, también personalmente y a nivel cultural, social y político», admite la sevillana.
Si algo diferencia a los emigrantes que ahora dejan España y prueban suerte en el extranjero con los españoles que emigraron décadas atrás, es la preparación y los estudios que estos últimos poseen. De hecho, el prototipo de emigrante es el joven cualificado. El problema es que, estos jóvenes españoles son los europeos que asumen los peores trabajos en relación a su formación.