El ‘Discurso de la Reina’ marca, como cada año, la apertura de un nuevo ciclo parlamentario en la Cámara de los Comunes. Isabel II ha anunciado ante todos los diputados la nueva agenda del Gobierno de Boris Johnson, el cual incluye, entre otras cosas, una nueva política de inmigración. Esta vez, las palabras de la monarca son el comienzo de una semana crucial para las negociaciones del Brexit y el futuro del país.
La nueva agenda legislativa anunciada por la Reina debe ser aprobada por los parlamentarios. Esta incluye 26 nuevos proyectos de ley -un tercio de ellos tienen relación con la salida de Reino Unido de la UE-. Todos ellos, tal y como indica Johnson, tienen como objetivo «aprovechar todas las oportunidades que ofrece el Brexit».
El ‘Discurso de la Reina’ incluye una nueva política de inmigración
La Reina comenzó su discurso número 65 diciendo que «la prioridad del Gobierno es asegurar la salida de Reino Unido de la Unión Europea el 31 de octubre«. En sus palabras, la monarca habló de la importancia de «proteger la integridad de la democracia». Además describió nuevas políticas que implican la toma de medidas contra los delincuentes violentos y extranjeros, con sentencias de cárcel más duras. Asimismo habló sobre una nueva ley para luchar contra el cambio climático. También, aseguró que se invertirá más dinero en la sanidad pública y en la educación.
Sin embargo, una de los anuncios más llamativos es la creación de una nueva ley de inmigración. Esta haría que los ciudadanos de la UE «estén sujetos a los mismos controles de inmigración de Reino Unido que los ciudadanos que no pertenecen a la UE». Esto supondría el fin de la libre circulación e introduciría un sistema de entrada basado en puntos.
La oposición, dura con Boris Johnson
Los miembros de la oposición han sido muy duros con el Primer Ministro. Los laboristas aseguraron que la intención con la que Boris Johnson solicitó la apertura de un nuevo ciclo tenía el objetivo de que la Reina mostrara el manifiesto conservador durante su discurso de apertura.
Una de las opciones más probables es la prórroga del Brexit hasta enero y la convocatoria de unas nuevas elecciones. Sin embargo, aunque esto no suceda, el Gobierno de Boris Johnson perdió la mayoría en el Parlamento, lo que va a dificultar la aprobación de los proyectos de ley propuestos.