Un trabajo conjunto de 120 periodistas y cinco diarios: The New York Times (EE.UU.), The Guardian (Gran Bretaña), Le Monde (Francia), El País (España) y la revista Der Spiegel (Alemania), dieron a conocer de forma masiva la publicación realizada por WikiLeaks de alrededor de un cuarto de millón de comunicados confidenciales del gobierno de Estados Unidos de América. En las declaraciones oficiales sobre el escándalo Wikileaks. del día lunes 29 de noviembre, la casa blanca calificó de «crimen grave» la obtención y difusión de notas de carácter secreto. La Secretaria de Estado Hillary Clinton describió el hecho como un ataque no sólo a los Estados Unidos. «Son también un ataque contra la comunidad internacional», dijo.
Con respecto a la información difundida en los documentos revelados, Clinton expresó su «profundo pesar» por los países involucrados en este tema y sostuvo, que la relación de los mismos con los Estados Unidos resistirá a estas revelaciones.
Las comunicaciones confidenciales del Departamento de Estado en Washington y de las embajadas de Estados Unidos revelan información comprometedora entre diplomáticos y empleados del Departamento de Estado norteamericano. Los países afectados han respondido rápidamente a su publicación, destacándose principalmente las críticas en contra la publicación de estos documentos clasificados.
El presidente Barack Obama criticó también la fuga de información. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, sostuvo que la difusión de información secreta es un acto criminal y que sin subestimar las palabras empleadas, el presidente no está satisfecho con la publicación de esta información confidencial.
Varios representantes de gobiernos, como el Ministro de Exteriores sueco Carl Bildt y El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, entre otros, han condenado las acciones de WikiLeaks, sosteniendo que esta ha sido un acto irresponsable que ha podido poner en riesgo la seguridad nacional de los Estados, de sus diplomáticos y también ha podido entorpecer negociaciones actuales que trabajan para solucionar controversias y conflictos.
Como respuesta a estos acontecimientos, la Casa Blanca emitió una directiva ordenando una revisión de los procedimientos de seguridad para evitar nuevas revelaciones de los documentos sensibles. «Cualquier falta de protección de información clasificada (…) es inaceptable y no será tolerado», dijo el Director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Jacob Lew, en un texto enviado a los jefes de los departamentos y administraciones.
La administración Obama sostiene que dará con los responsables de estas fugas. Actualmente Estados Unidos ha iniciado investigaciones sobre el portal WikiLeaks y en especial su co-fundador, el australiano que actualmente reside en Suecia Julian Assange, quien ha sido señalado como el actor intelectual de los hechos.
Por su parte el gobierno sueco ha emitido una orden de detención en contra de Assange, por supuesta delito de violación, mas no existen cargos aun que los relaciones con la difusión de información secreta norteamericana.