David Cameron advierte a los territorios de ultramar dependientes de la corona a firmar los tratados internacionales sobre impuestos al tiempo que denuncia la falta de transparencia
Se acerca la cumbre del G-8 -que tendrá lugar en junio- y Reino Unido quiere llegar con los deberes bien hechos. Se espera que en la cita el Gobierno británico meta presión para elaborar un régimen fiscal más estricto y parece que los conservadores han entendido que no hay nada mejor que predicar con el ejemplo.
Por todo ello el primer ministro, David Cameron, ha instado a los territorios británicos de ultramar, que dependen de la corona y operan bajo regímenes fiscales más relajados, a firmar los tratados internacionales sobre impuestos para facilitar la transparencia. «Este es el momento crucial para poner la casa en orden», aseguró el Primer Ministro, quien definió a estos territorios como «regímenes fiscales complejos».
Las zonas aludidas son, presumiblemente, lugares utilizados con frecuencia por las empresas para llevar a cabo las malas artes de la evasión fiscal. Entre los territorios se encuentran Gibraltar, las Islas Caimán, la Isla de Man, las Islas Vírgenes, las Bermudas, Anguila, Montserrat, Jersey, Guernsey, las Islas Turcas y Saicos.
La transparencia es uno de los problemas endémicos en los negocios de estas zonas. «Tenemos que saber qué posee cada empresa», ha afirmado Cameron. En este sentido, de triste actualidad han sido los casos de empresas como Google, Amazon o Starbucks, objeto de críticas por el bajo nivel de impuestos que han tenido que pagar en comparación con el tamaño de estas multinacionales.