T-Reeds es un nuevo proyecto que vende material para oboístas
José Cayetano Ramírez Díaz es un joven de 27 años procedente de Cartagena, Murcia. Estudiante de Música en la especialidad de oboe, se vino a Londres para estudiar inglés y para cursar el Master of Arts que ofrece la prestigiosa Royal Academy of Music. Cayetano, o Tano, como le llaman sus amigos, no se ha quedado de brazos cruzados frente a la crisis económica que azota los mercados de medio mundo, y desde hace mes y medio, además de estudiante, se ha convertido en empresario gracias a su proyecto T-Reeds.
¿Pero qué es exactamente T-Reeds? Según palabras del propio Cayetano, «el proyecto consiste en vender todo lo que un oboísta necesita para hacer sus propias cañas, o en el caso en el que no sepa cómo hacerlo, que pueda comprarlas directamente». De esta manera, Cayetano se ha adelantado a los acontecimientos, fusionando su pasión por la música con su perspicacia para los negocios. Entre la angustia de pensar «qué haré cuando acabe el máster» y la falta de oferta que existe en el mercado en referencia a las cañas -una pieza clave para los instrumentos de doble lengüeta-, es así como el joven murciano dio con esta arriesgada y exitosa iniciativa.
Más información sobre T-Reeds
www.t-reeds.com
Las cañas son una pieza fundamental para los instrumentos de doble lengüeta como el oboe, el corno inglés o el fagot: una pequeña pieza que forma parte de la boquilla del instrumento y que influye directamente en la precisión con la que se crea la melodía. La importancia de este material va unida a su extrema fragilidad, ya que, según Cayetano, «es un material que se rompe con facilidad, por lo que necesitamos estar continuamente haciéndolo».
En el conservatorio, los alumnos incluso reciben clases para aprender a fabricar esta pieza, otro de los motivos que impulsó a Cayetano a formar su propio negocio. Todo empezó a principios de curso, en septiembre de 2012, cuando el joven empezó las clases y se dio cuenta de que se le daba bien fabricar esa pieza. Incluso algunos de sus profesores mandaban a sus compañeros de clase hasta Cayetano para que este les ayudase en el proceso.
Movido por esta curiosa -y adquirida- habilidad, habló con sus padres, compró las cuatro máquinas necesarias para elaborar el proceso y así nació T-Reeds. Cayetano trabaja desde casa y por Internet, y él mismo sigue impresionado por la demanda que está teniendo. «Antes llegaba a casa después de clase y me iba a dormir. Ahora, llego a casa y le sigo dando vueltas al trabajo», afirma el músico y empresario murciano.
Y es que algo tan necesario para los oboístas no se encuentra de manera fácil en el mercado. Cayetano recuerda lo mucho que le costaba encontrar la famosa pieza cuando era más joven: «A veces te salía bueno, y otras veces malo, y no sabía por qué».
Y es que el joven músico ha llegado un poquito más lejos que la oferta de cañas convencional: la clave del éxito de T-Reeds es la variedad de grosores que ofrece, algo fundamental, ya que, según explica, el problema del mercado radica en que se venda un buen material, pero que no se venda especificado en grosor. Además, «el grueso de la caña varía en micras, pero, sin embargo, influye muchísimo en las vibraciones del instrumento, y por consiguiente, en la calidad del sonido», explica. Esto es precisamente lo que Cayetano ahora ofrece, a partir de un laborioso y preciso trabajo de muchas horas invertidas y a través de su propia página web, creada hace mes y medio por un amigo suyo.
Curiosamente en España vende más palas que en Reino Unido, pero la idea de trasladar su negocio hasta allí está descartada, ya que para él «es más fácil competir desde aquí, porque no me cuesta nada ser autónomo. En España solo me daban financiación durante los primeros seis meses y tenía que pagar como autónomo todos los meses».
La idea de T-Reeds le satisface como proyecto empresarial y personal, pero sabe que el esfuerzo que tiene que realizar para hacerse con un hueco en el mercado es inmenso. Lo primero es vender su material a un precio muy competente, es decir, mucho más barato que la oferta existente. Aun así, este joven emprendedor sabe sacarle el lado positivo, y confía en el éxito de su negocio: «El margen de beneficio es bajo pero pienso que es como en los bares de tapas, que si vendes muchas, al final sales ganando».