Los trenes del metro de Londres circularán a menor velocidad como medida para reducir un ruido excesivo que, en ocasiones, se hace insoportable para pasajeros y residentes. Transport for London (TfL) va a emplear esta nueva medida tras haber gastado 50 millones de libras en otros planes que no han surtido efecto.
La nueva medida entrará en vigor a principios de año. Y se pondrá en marcha en cinco tramos de la Northern line, reduciendo así la velocidad de los trayectos que se realicen entre el viernes y el domingo.
TfL ha recibido quejas de 37 «puntos conflictivos» que poseen altos niveles de ruido. Entre estos puntos destacan la Victoria line, cerca de Walthamstow, la Northern Line, cerca de Oval, y la District Line, cerca de Hammersmith. TfL ha asegurado que tendrá «escasa repercusión» en la duración total de los viajes.
Usar la velocidad rodante para reducir el ruido del metro
Duncan Weir, jefe de vías de London Underground, ha declarado: «Lo que intentamos es utilizar la velocidad del material rodante para reducir el ruido del metro. Si lo hacemos bien, se empezará a autoregular la ondulación. Si lo hacemos mal, empezará a crear picos de ruidos agudos significativos».
El responsable del sistema de transporte londinense (TfL), empezó a buscar soluciones al problema en 2016. Pero no todos los métodos utilizados han causado los efectos deseados. Como el sistema Pandrol Vanguard, que consistía en elevar los raíles de la vía utilizando clips. Consiguió reducir el ruido que causaba en los hogares entre 10 y 12 decibelios, pero a cambio tuvo la «consecuencia no deseada» de provocar el aumento de los chirridos.
El objetivo principal de TfL es mantener los niveles medios de ruido por debajo de 80 decibelios. Para ello han utilizado, para hacer pruebas, un compuesto de caucho llamado Delkor, que absorbe parte de las vibraciones de las vías. Sin embargo, si se utilizara este método para tratar los 37 puntos que causan problemas, tendrían que invertir otros 59 millones de libras para poder solucionarlo.