El presidente Barack Obama ha aumentado el nivel de seguridad frente a un posible atentado terrorista con motivo del décimo aniversario del 11S
Las autoridades de los Estados Unidos extreman la seguridad en las ciudades de Nueva York y en Washington ante la amenaza terrorista con motivo de la conmemoración de los atentados del 11S. En la memoria de todos, y a falta de tres días para el décimo aniversario del ataque, aún perduran las imborrables imágenes que dejaron aquel día, los aviones impactando contra las Torres Gemelas, y el desmoronamiento de estos colosales edificios que tocaban el cielo de Manhattan. Existe la posibilidad de que una célula de Al Qaeda perpetre un acto violento con motivo del trágico aniversario contra el World Trade Center.
Frente a la aparente normalidad que ha reinado en las últimas semanas, hoy la Casa Blanca ha asegurado que existe la posibilidad de un nuevo plan terrorista contra los EEUU. La «amenaza creíble» se debe a que el FBI ha detectado una amenaza específica, aunque esta no ha transcendido a los medios de comunicación ni a la ciudadanía.
La seguridad es palpable en las calles, la policía ha aumentado en número, y los registros se están produciendo en las líneas de metro que recorren el subsuelo de la ciudad así como los registros de coches y caminos. Se buscan explosivos, es el único objetivo de los agentes de seguridad que están acompañados por perros adiestrados en olfatear bombas.
El alcalde de la ciudad de los rascacielos, Michael Bloomberg, ha intentado con sus palabras tranquilizar a la ciudadanía, pero les alertó de los posibles planes de los terroristas de «golpear de nuevo» ahora que se cumple una década de los atentados que paralizaron el mundo. Por ello ha pedido la colaboración de todos los habitantes de la ciudad para que aporten cualquier información que pueda detectar a un posible terrorista.