Las buenas noticias acerca del crecimiento económico español quedan lapidadas por un reciente estudio publicado por el think tank británico Center for European Reform (CER). Las reformas del Gobierno de Mariano Rajoy y las estadísticas del Ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quedan en entredicho tras la investigación del analista Simon Tilford. El hecho de que España sea el país que más crezca en la Unión Europea no ayudará a subsanar unas cifras de desempleo que se prolongarán durante años.
Aquellos que os encontréis viviendo en Londres y creéis que es hora de volver al calor de vuestro hogar debéis pesarlo dos veces: el estudio demuestra que, el «milagro económico» que nos venden desde España, es una farsa. El análisis, titulado Gain or more pain in Spain?, predice que «sin medidas macroeconómicas encaminadas al crecimiento por parte de la Unión Europea, España va a sufrir mucho más dolor».
Datos preocupantes del crecimiento económico español
El problema demográfico
España tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y, si a ello le sumamos que existen unas preocupantes cifras de emigración debido a la escasez de oportunidades, obtenemos una tasa de población en edad de trabajar muy baja. El hecho de que la fuerza del trabajo esté bajo mínimos provoca que la deuda pública y privada sea más difícil de pagar.
Desempleo preocupante y trabajo precario
El estudio demuestra que, aunque desde el año 2014 se ha reducido el desempleo, los indicadores siguen siendo preocupantes puesto que parten de una base muy débil. En la actualidad el desempleo sigue un 14% más bajo que antes de la crisis. Los empleos creados son considerados de baja calidad, con un incremento del 16% de los contratos temporales. Con unas políticas deficientes por parte del Gobierno parece que el empleo de calidad va a estar sin duda lejos, especialmente para la pequeña y mediana empresa que es un pilar básico de la economía.
Crecimiento relativamente bajo
España necesita una mayor productividad si quiere estar a la altura de las demás potencias europeas. La actividad económica española sigue baja si la comparamos con los niveles anteriores a la crisis. Entendiendo que nuestro país crezca un 3% al final de 2015 y un 2,5% en 2016, no será hasta 2017 cuando se experimenten cifras comparables a las registradas antes de la crisis económica.
Las exportaciones no dan la talla
Aunque España haya experimentado un crecimiento en las exportaciones comparable al de nuestra amada Alemania durante 2014, las razones de tal bonanza no son tan positivas. El consumidor español no compra lo suficiente y las empresas buscan sus mercados más allá de nuestras fronteras. Por otro lado, España exporta productos como comida o gasolina que no son considerados de alto valor añadido. Los recortes en investigación y desarrollo conllevan que nuestro país experimente estas limitaciones en la exportación.