El papa Benedicto XVI.El libro que relata la entrevista del escritor y periodista Peter Seewald a Benedicto XVI durante más de veinte horas, «La luz del Mundo: El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos» se publicó en todo el mundo el pasado 23 de noviembre en medio de un gran polémica. Saltaron las alarmas en todas las redacciones de noticias cuando, días antes de su publicación, llegaron algunos extractos del libro en los que, aparentemente, el Papa justificaba el uso del preservativo en ciertos casos.
Cuando Benedicto XVI es preguntado sobre si la Iglesia católica está fundamentalmente contra la utilización de preservativos, el Sumo Pontífice contestó: «Puede haber casos individuales, como cuando un hombre que se prostituye utiliza un preservativo, donde puede ser un primer paso hacia una moralización, un comienzo de responsabilidad que permita tomar una nueva consciencia de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que uno quiera».
Y añade que «es obvio que [la Iglesia] no lo ve como una solución real y moral» aunque «en algunos casos, donde la intención es reducir el riesgo de infección, puede ser un primer paso en el camino a otra sexualidad más humana, vivida de otro modo (…). Concentrarse en el preservativo supone una banalización del sexo y ese es exactamente el peligro de que mucha gente considere el sexo ya no como una expresión de su amor, sino como una especie de droga que se proporcionan ellos mismos».
Es decir, la respuesta de Benedicto XVI, ni semántica y ni gramaticalmente hablando, justifica el uso del condón. El máximo representante de la Iglesia Católica no nos anima a todos a que utilicemos el preservativo aunque solo sea en los casos en que podamos transmitir una enfermedad como el SIDA.
Todo lo contrario, lo contempla como una opción singular para detener y evitar que el virus mortal del VIH se extienda y se cebe con los más desfavorecidos, especialmente en Africa.
Por otra parte y por si había alguna duda en las palabras del Papa, José Antonio Martínez Camino, secretario de la Conferencia Episcopal Española y portavoz de los obispos en España, aclaró este entuerto de interpretaciones al ser preguntado sobre las declaraciones del jefe de la Iglesia Católica Apostólica Romana, respondiendo de esta manera: «No hay en las declaraciones del Papa ni de lejos una legitimación de la prostitución ni del preservativo».
Y asegura y se reafirma en que no hay ninguna novedad en la doctrina de la Iglesia y acusa a los medios de hacer «titulares inexactos», que puede ser cierto, y de decir «barbaridades» y recomienda leer las respuestas del Santo Padre «con serenidad».
Con un portavoz como Martínez Camino, más papista que el Papa como quien dice, se podría asegurar que las declaracione de Benedicto XVI en relación al uso del preservativo, son un paso de gigante para la Iglesia Católica aunque para algunos (o para muchos) sólo suponga un avance de unos escasos milímetros.