Se estrena el primer barrio rojo oficial de la historia de Gran Bretaña, en Leeds, donde las profesionales del sexo y sus clientes pueden fraternizar sin temor a ser detenidos.
El barrio rojo, foco de polémica
El proyecto piloto lanzado en Leeds ha desatado la ira de los empresarios y habitantes de la zona. El área gestionada, West Yorkshire, está siendo vigilada por la policía y autoridades locales bajo la responsabilidad de la Safer Leeds Partnership. Las autoridades locales han establecido los horarios permitidos para la actividad, que van de las 7 de la tarde a 7 de la mañana.
Los residentes de la zona insisten en que el barrio de Holbeck es ahora un hervidero libertino contaminado por preservativos usados y drogas. Greg Adams, director gerente de la firma AB4, que adquirió nuevas oficinas cerca de dicha área en septiembre, ha declarado que «Estoy horrorizado. En lo que a mi respecta el ayuntamiento y la policía están violando la ley al hacer la vista gorda a la prostitución. Ha habido muchos incidentes. La gente está teniendo relaciones sexuales junto a los coches y contra los edificios. Muchos son consumidores de droga y los desperdicios que dejan tras ellos lo demuestran».
Medida para proteger a las mujeres que lo practican
La policía y el ayuntamiento dieron luz verde al proyecto tras el asesinato de una prostituta de 21 años de edad hace tres semanas. Daria Pionko fue encontrada con heridas mortales. Su presunto asesino, un joven de 24 años, se encuentra a la espera de juicio.
El concejal Marcos Dobson es uno de los que apoyó a que el proyecto saliese adelante alegando que era necesario una zona administrada para proteger a las mujeres trabajadoras del sexo. «Acepto que hay personas que siempre tendrán una objeción moral sobre el tema de la prostitución. Soy de la opinión de que es una industra tan antigua como el propio tiempo y no se va a detener. En una ciudad responsable y que se preocupa de sus ciudadanos no hay que olvidarse que entre los mismos se encuentran estas mujeres que trabajan en dicha industria. Hemos tenido que adoptar un enfoque pragmático para mantenerlas a salvo».
La policía también ha dicho que apoyan el esquema planteado debido a los riesgos a los que se enfrentan algunas profesionales del sexo. El superintendente Sam Millar expresó que «Después de haber pasado por años y años de restricciones que no han logrado los resultados esperados, queríamos hacer algo diferente que podría ayudarnos a alcanzar mejor esas metas. Ser valientes y tomar algunos riesgos».
