Encargados de la TfL (Transporte de Londres) han solicitado una licencia para poder servir champán a los pasajeros del Emirates Air Line, línea también conocida popularmente como el teleférico del Támesis.
Según la propuesta, se podrá servir champán todos los días desde las diez de la noche hasta la una y media de la madrugada en las dos terminales del teleférico. Esta licencia también permitiría a los responsables del Emirates Air Line proyectar películas, reproducir música u organizar eventos en vivo como discotecas al aire libre o karaokes en la terminal cerca del O2 Arena.
«Se ha presentado una solicitud de licencia para que podamos organizar eventos reservados», señala Danny Price, director de Emirates Air Line, que también asegura que se dará una opción para que en las «cabinas más exclusivas» se sirva una copa de champán. Además, ha asegurado que en el teleférico no se permitirá la entrada a gente que traiga bebidas alcohólicas de fuera.
Emirates Air Line, caro y con pocos pasajeros
El teleférico del Támesis, patrocinado por la aerolínea Emirates, lleva a sus pasajeros a en unas cabinas a unos 91 metros de altura entre las dos estaciones que cubren la línea, Emirates Royal Docks y Emirates Greenwich Península. El trayecto es de aproximadamente diez minutos en un kilómetro que separa ambas orillas del Támesis.
Y aunque el Emirates Air Line está manejado por el TfL, tiene su propio sistema al cobrar los billetes. La tarifa de adultos es de 4,40 libras y la de niños 2,30, aunque se puede conseguir un descuento de una libra pagando con una Oyster card.
Este servicio de teleférico del Támesis fue inaugurado el 28 de junio de 2012, justo antes de los Juegos Olímpicos, por el entonces alcalde conservador Boris Johnson. Y lejos de tener un recibimiento exitoso, el Emirates Air Line recibió varias críticas por su alto coste de construcción (más de 60 millones de libras) y por su poca rentabilidad, debido a que desde su apertura en 2012 se han registrado poco menos de dos millones de viajes.