El museo dedica una jornada a la pieza cumbre del arte románico que cuenta con una réplica de yeso en Londres
El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela también está en Londres. El Victoria & Albert Museum (V&A) alberga una réplica exacta a tamaño natural en la sala Cast Courts. El molde comparte espacio con columnas romanas y otros tesoros que forman parte de una de las colecciones históricas realizadas en yeso, considerada como una de las más importantes del mundo. La reproducción del monumento gallego llegó a la capital británica en 1866, después de que el escayolista italiano Domenico Brucciani recibiera el encargo de copiar el pórtico para el entonces llamado South Kensington Museum.
Por ello, el V&A ha sido el lugar elegido para presentar el pasado 15 de junio el proyecto de restauración de la obra del maestro Mateo, que lleva por nombre Catedral y que ha sido impulsado y financiado por la Fundación Barrié. A este acto asistió la conservadora jefe de escultura del V&A, Majorie Trusted, quien aseguró que «es todo un privilegio» tener el pórtico en el museo londinense.
Durante su intervención, Trusted defendió la democratización del arte, a lo que contribuye la asombrosa réplica, según argumentó. Además apuntó que la copia «no ha perdido ningún detalle desde que se realizó», mientras que el original «ha sido dañado por la polución y otros factores». En el Pórtico de la Gloria, construido para Santiago en 1188, ya no se aprecian los colores dado el irremediable paso del tiempo. Pero es posible hacerse una idea de cómo lucía antaño gracias al punto interactivo de información instalado a los pies de la réplica en Londres, y desarrollado por historiadores y conservadores españoles.
El director general de la Fundación Barrié, Javier López, presente en la jornada, subrayó la importancia de que la portentosa copia se encuentre en V&A, ya que consideró que precisamente por ello, «el Pórtico se ha dado a conocer en toda Europa». Tanto es así, que «cinco millones de personas lo visitan cada año, entre los tres millones que entran en la Catedral de Santiago y los dos millones de visitantes que tiene el museo», calculó López.
El molde fue la clave para que el Pórtico de la Gloria fuese reconocido como una de las piezas de arte románico más importantes de Europa. Así lo reconoció el catedrático de la Universidad de Harvard, Serafín Moralejo. Su discípulo, Francisco Prado-Vilar, es el coordinador del Comité Científico del Programa Catedral y fue uno de los investigadores que participó en la jornada dedicada al Pórtico, celebrada en el auditorio del museo. Durante su exposición, se revelaron datos como el reciente descubrimiento de las cinco capas de policromía del monumento medieval. Majorie Trusted también intervino en el seminario, además de los especialistas Tom Nickson, de la Universidad de York, y Johanna Puisto y Víctor Hugo López Borges, del Victoria & Albert.
Sonidos del pasado
La música medieval cerró los actos dedicados a esta pieza del arte románico. El grupo de música antigua Martín Códax, interpretó diferentes piezas con los mismos instrumentos del medievo que tocan las figuras representadas en el Pórtico de la Gloria. El más emblemático es el organistrum, que corona el arco central del monumento y que requiere de dos personas para hacerlo sonar.
Martín Códax llegaba por primera vez a la capital británica. «Oportunidades como ésta, vinculadas al pórtico, no se presentan todos los días», apuntaba el flautista Andrés Díaz. El instrumentista Miguel López y el tenor Fernando Olbés reforzaban la misma idea: «Siempre nos gusta tocar en sitios emblemáticos y con buena acústica».
Carlos Castro es percusionista y toca la derbuca. «Los parches de este instrumento son muy finos y la humedad no les conviene, aunque el auditorio del V&A está preparado para ello», explicó.
Martín Códax recibió los aplausos del público, entre los que se encontraban el embajador de España en el Reino Unido, Federico Trillo; el presidente de la Fundación Barrié, José María Arias Mosquera, y el director del museo londinense, Martin Roth. Se cerraba así toda una jornada dedicada al arte románico español en el mismo corazón victoriano de Londres.