Las autoridades británicas (Food Standards Agency) siguen inspeccionando los alimentos por el reciente escándalo de la aparición de carne de caballo en algunos productos de supermercado. Ahora le ha tocado el turno a la marca Findus. Las pruebas realizadas a 18 paquetes de esta marca, han mostrado que algunos de estos contenían hasta un 99% de carne equina. El producto se vendía como lasaña de carne aunque si se especificaba que podría incluir un 5% de carne de caballo.
Muchos supermercados han retirado otros productos de esta marca como medida de precaución ya que la carne de caballo no es perjudicial para la salud del ser humano, al no ser que los animales hayan sido inyectados con alguna sustancia como fenilbutazona. Un compuesto químico que sí puede contraer riesgos para la salud como la posibilidad de contraer cáncer. Dicha sustancia se emplea como analgésico común en las granjas.
Las autoridades han obligado a la marca a comprobar que sus productos estén libres de este compuesto y han animado a los clientes a devolver los productos de esta marca a los comercios donde los adquirieron.
La empresa ha pedido disculpas a todos sus clientes y ha aclarado que la carne provenía de un proveedor francés; Comigel.