Los condones, encontrados por trabajadores del Archivo Histórico Nacional, se elaboraban con intestino de cerdo y miden unos 21 centímetros
Unos preservativos han sido descubiertos por los trabajadores del Archivo Histórico Nacional de Toledo mientras revisaban unos documentos del siglo XIX. Al principio pensaron que eran papiros, pero pronto se dieron cuenta que debido a su forma fálica se encontraban frente algo muy distinto. Elaborados con intestino de cerdo, miden unos 21 centímetros. «Para su previo uso había que remojarlos en leche para ablandar su aspereza y luego, una vez usados, se desinfectaban con agua tibia y se llenaban de polvos de talco o fécula de papa hasta el siguiente uso», como explica la BBC.Cosidos por un extremo y con una cuerda en el otro para ajustarse al propietario estos estaban pensados para proteger a sus dueños de enfermedades venéreas, más que para prevenir el embarazo. «No sabemos a quién pertencen pero es probable que procedan de Francia. Su uso era algo común entre la gente pudiente», explica Arantxa Lafuente, directora de la sección Nobleza del archivo a la BBC. Pero no sólo eran populares entre la clase pudiente también en ambientes de prostitución eran comúnmente utilizados como medida de higiene.
No es la primera vez que se han encontrado condones tan antiguos. El Museo Británico hizo una exhibición en el año 2000 con una colección de preservativos de 450 años de antigüedad. Según resume la BBC, se cree que los primeros preservativos eran de tela o vejigas de pescado y se remontan a los egipcios mil años antes de la era cristiana. En Europa se creen que llegaron sobre el siglo XVI y eran hechos a partir de lino o seda, lo que resultaba «incómodo y poco seguro». Después se pasaron a las tripas de cerdo o cordero, como los encontrados en Toledo.