Kelly Brettingham, de 29 años, se encontraba preparando la comida de su hija, de un año de edad, cuando encontró una aguja de coser entre el pavo que había comprado en un supermercado Tesco de Chesterfield, en Derbyshire. No es la primera vez que esta cadena sufre acusaciones de este tipo.
La joven rápidamente se puso en contacto con la empresa de la marca Bernard Matthews, proveedora de pavo para supermercados como Tesco, para comunicarles su disgusto y perplejidad ante tal desagradable suceso. Por su parte, Brettingham, cree que no ha sido un accidente, sino que se trata de un acto intencionado. «Me horroriza pensar que alguien ha hecho algo así. Si la aguja no ha sido insertada en la compañía Bernard Matthews, debe haber sido un trabajador del Tesco o un comprador el causante de ello», afirma la joven madre.
De hecho, desde la compañía redactaron una carta apoyando los argumentos de Brettingham. «Un examen pormenorizado de los envases ha revelado dos pequeñas perforaciones cerca del lateral del envase. A pesar de que no se puede estar completamente seguro, es posible que un objeto, en forma de aguja, pudo haber penetrado en el interior a través de la bolsa. Con esto, creemos que alguien ha podido sabotear el envase de forma maliciosa», declaran desde Bernard Matthews.
Kelly Brettingham y su marido han recibido bonos con valor de 25 libras por parte de la empresa. Desde Tesco afirman que investigaran seriamente el asunto.
La noticia se recoge íntegra en el diario londinense Metro, donde se puede ver la fotografía de la aguja de coser entre el pavo.
