Manuel Díaz Cebrián, curador de Pinta Design, presentó la pasada semana la tercera edición de este show, centrado en el diseño funcional. Fue la primera exposición dedicada solamente a México y Brasil bajo el lema «Transformar para preservar» y «Diseño con identidad».
El ex director de la Junta de Turismo de México en el Reino Unido y Europa y gerente de su propia consultoría, 110Perceb, mostró en Pinta Design piezas de una colección privada brasileña, así como de la exposición mexicana «De Ida y Vuelta», que explora el diseño contemporáneo e industrial de México.
Háblanos de la exposición que presentáis en Pinta Design…
Es el tercer año que hacemos Pinta Design, empezamos con diseño sustentable, solamente con México. El año pasado presentamos Colombia, Perú, Brasil y México y fue un experimento para averiguar dónde está posicionado el diseño industrial en el Reino Unido. La idea es mostrar que somos capaces de estar en los niveles más altos y que no solamente hacemos artesanía.
Esta edición de «Pinta Design» está centrada en México y en Brasil, ¿por qué estos dos países?
Porqué este año es el de Brasil por el Mundial y el año que entra es el de México en el Reino Unido, pero no porque sea el año de México vamos a esperar a que sea 2015, ya empezamos. Es una oportunidad bilateral, brinda posibilidades de apertura, de intercambios culturales y facilitará el acceso del diseño mexicano aquí. La gente va a estar focalizada en México y los mexicanos focalizados en el Reino Unido. Espero se pueda generar una rama de diseño industrial o semi industrial que se comercialice y vaya creciendo.
¿Qué apuesta está haciendo el Reino Unido en el diseño mexicano?
Están patrocinando «Design Week» y apostando por llevar el diseño británico a México, la idea es un intercambio. El Reino Unido es un país que ha marcado siempre tendencia, en la música, en el diseño de moda… Nosotros estamos entrando en la parte de moda, por ejemplo, hay una exhibición del rebozo en el Fashion and Textile Museum donde se muestra cómo el rebozo puede pasar de ser una pieza icónica a ser una pieza que pueda ser utilizada de nuevo por las mujeres dándole un diseño diferente sin perder la técnica del deshilado.
¿Qué importancia tiene el diseño latinoamericano en el marco británico?
Brasil ha tenido un boom en su diseño de mobiliario y en la exportación de sus ideas. Por otra parte, en México se está diseñando con identidad. La idea es darle un uso diferente a lo ya tradicional sin perder la identidad.
¿Qué hay de latinoamericano en su diseño?
Lo que tiene Latinoamérica es una gran influencia del entorno. Brasil es un país rico en recursos naturales y lo ejemplifico con la mesa de Domingos Tótora, siendo compuesta de tres rocas gigantescas que parecen de río, material totalmente natural. Sin embargo, es cartón corrugado reciclable. Por la parte de México tenemos lo mismo con la defensa de los textiles; de lo tradicional con la cerámica hecha a alto fuego, que tiene mayor resistencia; las lámparas de Valentina González, que son un ejemplo de lo industrial y de un diseño que ya rivaliza con el del resto del mundo.
¿Cómo puede sentirse atraído el mercado británico hacia el diseño latinoamericano?
Tenemos algo muy importante y que cada vez se pierde más, la identidad. A veces los latinoamericanos pensamos que la gente se cansó de lo que es tradicional y no es cierto. La gente sigue buscándolo, pero tenemos que hacer que el interés en lo tradicional se convierta en un interés que genere economía y crecimiento. Lo tradicional una vez se vio demasiado ya no es un negocio ni una novedad.
¿Cómo puede beneficiar esta feria al diseño latinoamericano?
Es sembrar una semilla. En este tercer año de Pinta Design estamos viendo un incremento de interés. Lo válido es la percepción de la gente que está hambrienta por ver cosas nuevas y Latinoamérica tiene un mundo por enseñar.
¿Cres que el mercado británico entiende vuestro diseño?
Totalmente, pero para entenderlo debe conocerlo. Además, quien primero debe de valorarlo somos nosotros. Los británicos vienen y se sorprenden, y los latinoamericanos se sienten orgullosos al ver la innovación de sus cosas.