Vetusta Morla se ha consolidado como una de las bandas españolas más importantes del momento. Después de numerosos premios y de recibir el reconocimiento de crítica y público, vuelven a la capital británica el próximo 17 de octubre para presentar su último álbum, La Deriva. El Ibérico ha hablado con el guitarrista de la banda, Juanma Latorre, a pocos días de salir al palco de The Coronet, un escenario que ya llenaron en 2012.
La Deriva, ¿quizá el álbum más revolucionario y reivindicativo en la historia de Vetusta Morla?
No sé si la cosa será para tanto pero para nosotros sí que ha supuesto una pequeña revolución o, como mínimo, un pequeño cambio, también porque este álbum lo hemos hecho mucho más rápido. Eso ha llevado a que por ejemplo las letras de las canciones vayan mucho más al grano que antes y a que haya menos instrumentos, de forma que los que están se hagan más grandes. En ese sentido ha sido una adaptación a lo que queremos contar y a los tiempos que corren. Yo no sé si este será el mejor de nuestros álbumes pero sí me atrevo a decir que es el que tiene una mejor correspondencia entre lo que se cuenta y el cómo se cuenta.
¿Creéis que en estos momentos nuestra sociedad en general y nuestra juventud más en particular se encuentran a la deriva?
Nos encontramos todos así, no creo que se trate de la juventud, ni siquiera de nuestro país, es una cuestión más amplia. Nosotros hemos querido abordar esa sensación de estar a la deriva no únicamente desde un aspecto negativo, sino también tratando de explorar los aspectos positivos que puede tener esa sensación de que de repente todo lo que conocías ha sufrido una crisis tremenda y tienes que replantear y reconstruir muchas cosas que dabas por supuestas o por seguras.
Dicen que el tercer álbum de una banda es siempre el de la confirmación. ¿Creéis que con este disco habéis tocado techo en cuanto a letras y sonido?
Yo creo que sí porque nosotros así lo hemos hecho siempre, pero la palabra final la tiene el público y quien lo escucha, obviamente. Para nosotros tiene sentido y narrativa de principio a fin. Si lo hemos conseguido o no es algo que tienen que juzgar los críticos y el público pero que lo hemos intentado desde luego que sí.
Y aunque pueda parecer prematuro, el cuarto disco es en muchas ocasiones el de la experimentación. ¿Creéis que ese puede ser también el caso de Vetusta Morla después de un álbum con un sonido tan propio como es La Deriva?
No lo sé, tendremos que preguntarnos esto cuando termine el ciclo de La Deriva. Nosotros somos gente a la que le cuesta mucho anticiparse a estas cosas porque aunque parezcamos muy racionales, cuando llega el momento de hacer música somos todo lo contrario, somos muy intuitivos, nos fiamos de lo que nos dice el corazón, así que muy pocas veces nos podemos adelantar a lo que va a suceder hasta que lo tenemos delante.
Volviendo a la faceta más reivindicativa de La Deriva, ¿os parece que esto de la crisis ha sido realmente “un atraco perfecto, un golpe maestro”?
Yo creo que alguien nos la ha jugado en un momento dado, claramente, porque al menos en nuestra generación hemos crecido con el convencimiento de vivir en el mejor de los sistemas posibles y, lo que es peor, hemos vivido con el convencimiento de que en el sistema que habíamos montado los derechos de las personas estaban por encima de cualquier otra consideración. [pullquote]Este para mí ha sido el gran engaño, descubrir que hay otras fuerzas que obligan a los gobiernos a tomar decisiones que acaban lesionando los derechos de las personas.[/pullquote]Este para mí ha sido el gran engaño, descubrir que hay otras fuerzas que obligan a los gobiernos a tomar decisiones que acaban lesionando los derechos de las personas.
¿Y veis posibilidades de que esto cambie?
Yo creo que ya ha cambiado algo. Desde el 15M, aunque mucha gente piensa que aquello pasó como una anécdota por la historia social de España, yo creo que ha habido un cierto despertar de conciencia ciudadana. Yo noto que la gente hoy en día es consciente de lo que ocurre, que tiene interés por informarse y por mostrar su opinión, y todo eso son avances que yo creo que se atribuyen a todos esos cambios sociales que han ocurrido desde entonces.
La música ha sido siempre un medio a través del cual se han transmitido muchas ideas. Ahora que sois de las bandas más escuchadas en España, ¿os sentíais con la responsabilidad de aportar vuestro granito de opinión?
Nos sentíamos con responsabilidad pero no tanto de contribuir a ningún tipo de revolución ni cambio social, sino de contar algo comprometido con lo que estaba sucediendo. Cuando hacíamos La Deriva nos dimos cuenta de que lo que contáramos en el disco tenía que ser relevante para la gente de ahora en el tiempo en el que estamos, pero no tanto por la vocación de revolucionarios sino por la vocación de cronistas; era casi como una necesidad de terapia, de decir esto está tan mal que tenemos que encontrar un espacio en el que seamos capaces de apoyarnos y entendernos los unos a los otros. Hay una frase de Luis Buñuel que me encanta a ese respecto, y es que «un artista no puede cambiar el mundo pero puede mantener cierto margen de inconformidad»; me parece muy acertada
Sacasteis vuestro disco el 8 de abril de 2014 pero ¿acaso se siguen vendiendo discos?
Nosotros seguimos confiando en el formato físico, somos bastante románticos en ese sentido y mientras nos lo podamos permitir seguiremos haciéndolo. Nosotros somos de los afortunados que algo venden y mientras haya gente que lo demande pensamos seguir ofreciéndolo, entre otras cosas porque la caída de ventas en formato físico no se corresponde con un aumento proporcional en las ventas digitales, así que a día de hoy hay que seguir haciendo las dos cosas.
Como buen romántico, ¿cuál es el último disco o vinilo que te has comprado?
In my tribe, de 10.000 maniacs. Es un disco de una banda que me gustaba hace un montón de años y que encontré en una tienda de vinilos de segunda mano. Al ver la portada me vino una oleada de recuerdos y sensaciones increíble y me lo llevé.
Al sacar el disco os embarcasteis en una gira por España que os lleva a dar una media de más de 3 conciertos a la semana… ¿Os moríais de ganas por tocar, o es que hay que ganarse la vida?
Ambas cosas. Tocar es lo que más nos gusta hacer en el mundo y aparte de eso si queremos mantener un nivel de precio de entradas razonable a la vez que cubrir nuestros gastos pues simplemente hay que tocar más, hay que trabajar más. Pero no es problema porque es lo que más nos gusta hacer.
De los 37 conciertos que lleváis desde que empezasteis, si quitamos los festivales, creo que casi todos los conciertos los contáis por llenos absolutos. ¿Qué se siente al tener una reacción tan buena por parte del público?
Lo primero que se siente es cierta responsabilidad, responsabilidad en el sentido positivo de que esta gente nos apoya de forma tan incondicional que se merecen que demos lo mejor de nosotros mismos cuando salimos a tocar. Y luego mucho orgullo y felicidad de que así sea. Lo único que queda es el resquemor de qué pena que las cosas estén económicamente tan mal para todos porque hasta dónde podríamos haber llegado si nos hubieran sido propicias las circunstancias!
A vosotros, ¿qué sensación os produce dar conciertos?
[pullquote]Te sientes como arropado por la música, la emoción, la reacción del público… y no deseas estar en otro lugar ni otro momento[/pullquote]A mí la de que no querría estar en ningún otro lugar ni en ningún otro momento más que en ese. Te sientes como arropado por la música, la emoción, la reacción del público… y no deseas estar en otro lugar ni otro momento. Tenemos la suerte de que nos pasa eso muy a menudo
Y haciéndolo una media de tres veces por semana, ¿no es algo de lo que uno se puede llegar a cansar o aburrir?
Sí, sin duda, y sobre todo teniendo en cuenta que tocas las mismas canciones todas las noches y que hay momentos en los que no sabes ni dónde estás, que todas las ciudades te parecen igual. Por eso es importante saber dejar una gira a tiempo, en el momento en el que se produce ese tedio y rutina tienes que descansar y hacer otra cosa, pero tarda en llegar, en nuestro caso todavía es muy pronto.
Dentro de poco empezáis la gira internacional… Francia, Alemania, Reino Unido, México, Colombia, Argentina, Chile… Así como en la gira nacional estaba cantado el éxito rotundo, ¿qué esperáis de esta segunda mitad de la gira?
Se trata de volver a los orígenes. Cuando hacemos giras internacionales siempre hay un pasito atrás porque en los países que vamos a visitar no tenemos tanta proyección como en España; pero eso te da cierta dosis de humildad y de mantener los pies en la tierra, te ayuda a comprender de dónde vienes, así que también nos gusta hacer esas cosas.
Y el 17 de Octubre, Sala Coronet, London. Ya lo llenasteis en 2012, ¿qué recuerdo os quedó de aquella noche y qué esperáis de esta nueva cita?
El recuerdo que tenemos es muy potente porque aquello era como una fiesta de la morriña en el sentido positivo. Yo creo que eran todos españoles, hubo quizá un inglés despistado, pero lo cierto es que había una energía muy hermosa porque eran personas que a lo mejor echaban de menos la música que se escucha en España, echaban de menos a sus familias y amigos, y se reunieron allí a escuchar una banda que les gusta, de su país, y que les hace recordar muchas cosas y sensaciones personales. La expectativa que tenemos ahora es la de repetir algo así.