Juan José Campanella (Buenos Aires, 1959) estrena en Inglaterra The Unbeatables (2013), traducción muy libre del original Metegol. Después de ganar el Oscar por El secreto de sus ojos, el realizador se aventuró con su primera película de dibujos animados y con el fútbol como telón de fondo. Todo un hito en el cine argentino que ha llevado a millones de espectadores a las salas.
Traes a los británicos The Unbeatables… que ya se había presentado en un festival inglés con el nombre de Foosball. Y en España se llama Futbolín. Baile de títulos ¿Cuál te gusta más?
Sí, Foosball y Futbolín son las traducciones en Reino Unido y en España de Metegol, que es el juego en sí mismo. Me comentaron que le pondrían The Unbeatables en las salas para el gran público, y me gusta. Para serte honesto, nunca me convenció el título Metegol, aunque suene raro decirlo a estas alturas, pero así es como fuimos describiendo el proyecto desde el principio. Todos los nombres en español que se nos ocurrían durante el trabajo sonaban peor…incluso Futbolín es horrible. Definitivamente me quedo con The Unbeatables, que además actúa de forma irónica en la historia que cuenta la película.
Ciertamente, porque Amadeo, el protagonista, es un loser nato. ¿Simpatizas con los perdedores?
En este caso concreto sí, sobre todo al ser un film de corte infantil. Muchas de estas películas envían un mensaje de lo que significa perder, ganar…ganar a costa de qué, etc… Mi intención era también redefinir qué significa no conseguir lo que quieres, y aquí dentro del contexto del fútbol. La verdad es que este deporte es muy anticlimático para ponerlo en una obra cinematográfica. La trama siempre tiene que tratar de otra cosa, tener otros conflictos… ¡Es una pena que para ganar un partido haya que pasar por el empate! No es como en Rocky, por ejemplo, que le mete una trompada al contrincante y lo deja bien listo.
¿Por qué te arriesgaste con el balompié?
[pullquote]“Lo del sello ‘Campanella’ puede funcionar el primer fin de semana, pero creo que fue el “boca a boca” lo que dio el mayor impulso al film”[/pullquote]Todo surgió del cuento Memorias de un wing derecho, de Roberto Fontanarrosa. Me pareció una linda vuelta de tuerca del sub-género infantil “muñeco-cobrando-vida”. El Cascanueces, el soldado de hojalata, Pinocho, ya sabes. Pensé que, aunque se centrara en el mundo del fútbol, podía hablar de cosas que incluso ya hablaba en mis otras obras, tal y como hice, por no irme muy lejos, en El secreto de sus ojos. Quería retomar el tema de la pasión, pero dirigiéndome a los niños. A un niño no le puedes ofrecer una disertación sobre la pasión del amor, así que el fútbol era ideal. Me comentaban algunos amigos que, durante la semifinal del Mundial entre Argentina y Holanda, sus hijos no habían sufrido tanto desde que vieron Metegol.
Volviste a colaborar con el guionista de El secreto de sus ojos, Eduardo Sacheri ¿Fuiste tú el que le sugirió participar en el proyecto?
Así es. Gastón Gorali y yo habíamos escrito un boceto del guión, pero sentí que faltaba algo de verdadero espíritu futbolero. No fútbol, sino espíritu. Eduardo es un gran narrador de cuentos futboleros. Le propuse participar y añadió cambios notables.
Es tu primera película animada ¿Te costó acostumbrarte a ese método nuevo de trabajo?
[pullquote]Se han ido fabricando películas de dibujos tan rápidamente, que casi no da tiempo a asimilarlas. Dan la sensación de ser episodios de series de televisión”[/pullquote]Aprender a hacerlo me costó todo el primer año; acostumbrarme… nunca. El proceso es muy largo y lento. Tres años preparando el guión y el desarrollo de los personajes, y otros tres años para la factura formal de la película. Y, como ya te digo, me costó porque es trabajar al revés que en el cine con actores reales y localizaciones. En Metegol tuvimos que empezar por el montaje. Se hace el storyboard, y a partir de ahí te tienes que imaginar los gestos de los dibujos, los tiempos, etc… Si ahora me embarcara en otro film animado, lo haría con otra actitud. Al inicio de la preparación de Metegol pensé que no sería más de año y medio. Y vaya si me equivoqué.
Metegol es la película de mayor éxito en la historia de Argentina, ¿Por qué crees que ha conectado tanto? ¿Es por el sello “Campanella”, por el fútbol…?
Bueno, sí, en Argentina ha tenido bastante reconocimiento. Todavía faltan muchos países donde se tiene que estrenar, incluyendo EEUU. Le queda para llegar al mismo nivel que El secreto de sus ojos. Estoy contento por cómo nos va, sin duda. Me encanta que conecte con los más jóvenes. Lo del sello “Campanella” puede funcionar el primer fin de semana, pero creo que fue el “boca a boca” lo que dio el mayor impulso. En el resto del mundo vamos a tener que competir con el prejuicio que existe sobre películas animadas que no hayan hecho Pixar o Dreanworks. No espero ser el primero en la taquilla inglesa.
Entre las voces anglosajonas encontramos a Rupert Grint o Anthony Head, ¿Estuviste implicado en la selección del doblaje para The Unbeatables?
Me invitaron a venir un par de días para ver si me gustaban las propuestas del doblaje. Ya estaba casi todo preparado, y quedé muy satisfecho. Te voy a decir una cosa: el relato en inglés del partido de fútbol que sale en la película es el mejor que he oído de todos los doblajes. Son dos comentaristas profesionales que trabajan aquí en los medios británicos. Fueron improvisando a medida que iban viendo las imágenes, y no puedo estar más contento.
¿Piensas en volver a hacer algo animado en un futuro próximo? ¿Una segunda parte de Metegol, tal vez?
No descarto más proyectos. De hecho, tenemos varias ideas por ahí. Con respecto a una secuela, bueno, a la película le queda mucha vida para decidir qué haremos. Si los productores dijeran que quieren una segunda parte…después tendríamos que analizar si vale la pena. Querré un Toy Story 2, no un Madagascar 2. Me interesaría una aventura con los mismos personajes, sí, por qué no, pero siempre con contenido emocional que se justifique.
Nombras Toy Story 2… tengo entendido que es una de tus películas animadas favoritas.
Cierto. Una de mis favoritas animadas y, junto a Election, de Alexander Payne, mi película preferida de los años 90. El revival que surgió en Disney a raíz de La sirenita fue maravilloso. Ese humor que empezaron a usar conectaba muy bien con niños y adultos. También me han gustado films de otros estudios, como la primera parte de Shrek. Después han ido fabricando películas de dibujos tan rápidamente, con tantas secuelas, que casi no da tiempo a asimilarlas y, sobre todo, que dan la sensación de ser episodios de series de televisión, ¿no? Yo cuando voy al cine pido algo más, un argumento más trabajado.
Pregunta obligada, por la coyuntura… ¿Seguiste el Mundial de Brasil?
No seguí todo el Mundial, pero sí a la selección argentina. Fue un equipo muy digno. Los que quedaron tristes fueron los jugadores, porque te puedo asegurar que la gente en Argentina está muy orgullosa de lo que hicieron. No solo llegaron más lejos de lo que esperábamos, sino que se comportaron como auténticos caballeros en sus declaraciones y en la cancha. Di María, Messi, Mascherano…todos admirables.