Después de seis meses de que se introdujera la tasa de 5 peniques por la compra de una bolsa de plástico, es hora de evaluar el impacto desde su introducción en Inglaterra. La tasa se introdujo con la intención de ayudar al medio ambiente alargando la vida de las bolsas de plástico, evitando un único uso de ellas. Los números anuales de 2014 fueron alarmantes: se entregaron más de 7,6 millones de bolsas a los clientes en los supermercados de toda Inglaterra. Este dato equivale a 140 bolsas por personas al año, o lo que es lo mismo, alrededor de 61.000 toneladas de plástico.
El uso de bolsas de plástico se ha desplomado
La buena noticia es que el uso de la bolsa se ha reducido en un 80% y se mantiene estable desde la entrada de la tasa. Los principales supermercados de Inglaterra han valorado positivamente la reducción del consumo de bolsas de plástico. Tesco aseguró en diciembre, sólo dos meses después de la entrada del sobrecargo, que el consumo del número de bolsas ha caído un 78%. Morrisons, por su parte, comentó que el consumo de bolsas de plástico se redujo un 80% en sus tiendas.
Beneficios para la caridad
Los comercios pueden elegir qué hacer con los fondos recaudados gracias a la tasa de bolsas, que se espera (aunque no es obligatorio) que sea donado a buenas causas. El gobierno calcula que se percibirán unos 730 millones de libras en los próximos 10 años. Las compañías han de informar al gobierno sobre a dónde ha ido destinado el dinero recaudado. Además, el gobierno también publicará esta información cada año.
La exención de los minoristas tiene lagunas
Los comercios con menos de 250 empleados y ciertos alimentos están exentos de cobrar 5 peniques por cada bolsa. El gobierno concretó que tipo de bolsas entraban en el cupo de la tasa: las bolsas pequeñas, los envoltorios de plástico y toda bolsa que lleve asas, sin importar el producto con el que se comercialice. Algunos comerciantes se han aprovechado del vacío legal para eludir el impuesto. Por ejemplo, la tienda de tarjetas Card Factory cortó las asas a miles de sus bolsas. Un portavoz de la tienda aseguró: » sus bolsas, ahora, cumplen la normativa y no tienen por qué cobrar por las bolsas ya que no tienen asas».
Consumidores en contra
Algunos compradores boicotearon a las tiendas en señal de protesta. En Inglaterra hubo un pico inicial de robos de carros y cestas de los supermercados, hecho que obligó a Asda y Tesco a añadir más alarmas de seguridad en sus cestas e incluso en las bolsas de larga vida, como las de tela o papel. Otros compradores no pudieron resistir el robo de las propias bolsas, un acción que se estima en 27 millones de bolsas valoradas en 533 millones de libras entre los pasados meses de octubre y enero, según una encuesta.