Ciento ochenta minutos han bastado para dejar a España sin opciones de revalidar el título de campeón del mundo. La derrota ante Holanda en la primera jornada había dejado al equipo contra las cuerdas. Se jugaban la vida ante Chile, pero los jugadores españoles no fueron capaces de elaborar el juego que les había llevado a lo más alto en el pasado. A pesar de un par de llegadas con peligro de los de Del Bosque, Chile fue el completo dominador del partido. Esa superioridad se vio reflejada en el marcador cuando, a los veinte minutos, una pérdida de Xabi Alonso en el centro del campo dejó a la defensa vendida y Vargas ponía por delante a los chilenos ante una mala salida de Casillas.
En ese momento España desapareció por completo. Que llegara el segundo era cuestión de tiempo. La sentencia llegó a 2 minutos del descanso. Un nuevo error de Casillas, esta vez despejando al centro en una falta mal lanzada por Alexis, dejó el balón a merced de Aránguiz que ponía la puntilla definitiva a una España sin la capacidad de darle la vuelta al marcador. Termina así una fugaz andadura en Brasil que, sin duda marcará un antes y un después en el futuro de unos jugadores que se encuentran muy lejos de sus momentos de gloria. Antes de poner rumbo a España, los de Del Bosque se enfrentarán, el próximo lunes, a Australia, también eliminada, en un partido totalmente intrascendente.
Fin de ciclo
Si bien es cierto que este grupo de futbolistas ha protagonizado la era más gloriosa del fútbol español, es hora de hacer balance y encontrar las razones de porqué se ha llegado a esta situación. No cabe duda de que la columna vertebral del equipo que logró los éxitos pasados ha caducado. Empezando por la portería, y es que Iker Casillas, otrora héroe nacional, ha dejado en evidencia que ya no es el mismo portero. Otros jugadores como Xavi y Xabi Alonso, motores del equipo en el pasado, también encajan en este perfil.
Sin embargo, otros jugadores aún están en edad de jugar al máximo nivel, pero no han llegado a Brasil en la mejor de las formas. Es el caso de los jugadores del Barcelona, como Piqué, Jordi Alba, Busquets e Iniesta que han pagado las consecuencias de una dura temporada. Diego Costa, llamado a ser la solución en la delantera, ha tenido problemas físicos en el último mes, que sin duda le han pasado factura. Extraño es el caso de Sergio Ramos que en teoría llegaba en el mejor momento de su carrera, pero que ha estado fuera de lugar durante los dos partidos. A pesar de todo esto, Vicente del Bosque apostó por los jugadores que llevaron a España al cenit del fútbol mundial, dejando fuera a jugadores que sobre el papel llegaban en un mejor momento.
¿Y ahora qué?
A partir de ahora, lo único que nos queda es esperar que el relevo generacional sea lo más satisfactorio posible. Si los llamados a liderar la selección en el futuro logran la mitad de lo que se ha conseguido en los últimos años será un éxito. La primera cita para descubrirlo será la clasificación para la Eurocopa de 2016 que comienza en el mes de septiembre. Antes de todo esto deberemos descubrir quién será el sucesor de España en el trono del fútbol mundial. Para ello todavía quedan 3 semanas de pasión, empezando por esta misma tarde, donde Uruguay e Inglaterra se juegan el pase a octavos a las ocho de la tarde hora británica. Somos muchos los españoles que una vez que España se ha quedado sin opciones, nos alegraríamos de una victoria de nuestro país de adopción, aunque sólo sea por la fiesta que se va a montar.