El mercado de fichajes, que termina el próximo 31 de agosto, refleja el interés de los clubes ingleses por los jugadores españoles
Aunque la afirmación sea discutible, la Premier League está considerada como la mejor del mundo. La historia de amor entre la liga inglesa y el fútbol español viene de lejos y en la actualidad, 20 jugadores españoles tienen ficha en equipos de la Primera división inglesa y no hay ningún otro país, a excepción de Grecia, que cuente con tal cantidad de profesionales del balón.
Es cierto que el lenguaje de los negocios es el inglés, pero hoy en día podemos decir que, en el mundo del fútbol, el idioma que triunfa es el español. La selección española es la vigente campeona de Europa y del mundo. También tenemos los ejemplos de las categorías inferiores de la selección, como la sub 19, que recientemente ha ganado el Europeo, o el F.C. Barcelona que arrasa en toda competición. A esto hay que sumar el importantísimo papel de Latinoamérica y su constante exportación de jugadores de calidad a Europa. No olvidemos que tres de los mejores jugadores de la historia del fútbol, Di Stéfano, Maradona y Messi, son argentinos. El fútbol español pasa por su mejor momento, y en Inglaterra son conscientes de ello y quieren participar de esa mina de oro futbolística en que se ha convertido España.
Sin embargo esto no ha sido siempre así. Desde no hace tanto, la salida de un jugador español para jugar en un club extranjero era sinónimo de fracaso, quizá una especie de retiro dorado en algún país exótico, o bien la necesidad de emigrar por falta de puestos en un club español. Por supuesto hay excepciones, como es el caso de Martín Vázquez, que en plenas facultades futbolísticas abandonaba el Real Madrid en 1990 (volvería más tarde) para triunfar en el Torino italiano.
No obstante, el año 1995 iba a revolucionar el fútbol europeo para convertirse en lo que hoy conocemos. Fue el año de la sentencia del caso Bosman, por la cual se permitía la libertad de movimientos de futbolistas europeos entre países comunitarios sin que ello supusiese ocupar plaza de extranjero. Esto abrió las puertas a la libre circulación de jugadores españoles por toda Europa.
Fue el entrenador español Rafa Benítez en su época al frente del Liverpool FC, quien más contribuyó al éxito de los jugadores españoles en Inglaterra. Benítez venía de unos años triunfales en el Valencia con el que había conseguido dos ligas, una copa de la UEFA y dos finales de la Copa de Campeones. El listón estaba muy alto, pero se llevó consigo a Luís García y a Xabi Alonso, y en su primer año consiguió algo que parecía imposible: ganar la Copa de Europa en una final épica contra el A.C. Milán en Estambul. A partir de ese momento, Benítez fue considerado un héroe y continuó fichando españoles para su equipo. Llegó a acumular siete jugadores de España, una pequeña Armada que conquistó a los aficionados del Liverpool FC. El más famoso de ellos fue sin duda Fernando Torres. El madrileño batió récords y rompió todos los pronósticos. Pasó de ser un jugador famoso a ser el español más conocido en el mundo y una súper estrella mundial. Además, el año pasado el fichaje de Torres por parte del Chelsea se convirtió también en el más caro en la historia de la Premier League, con la cifra de 50 millones de libras. Lo cierto es que tal desembolso fue criticado, y el rendimiento de Torres en el Chelsea FC no está siendo el deseado. Sin embargo, eso no ha hecho cambiar la imagen de los futbolistas españoles en Inglaterra. Basta echar una mirada al actual mercado de fichajes de este verano para comprobar el interés de los clubes ingleses por los jugadores españoles.
El Manchester United, probablemente el equipo más fuerte de la Premier, ha fichado al portero del Atlético de Madrid, David De Gea. A sus 20 años, De Gea tiene la misión de reemplazar al veterano Van der Saar en la portería del Manchester. Por su parte el Chelsea FC acaba de fichar al también jovencísimo Mata, en un traspaso que ha rondado los 28 millones de euros.
No solo las jóvenes promesas españolas levantan pasión. También veteranos como Raúl, uno de los jugadores españoles más queridos que a sus 34 años milita en el Schalke alemán, es pretendido por el Blackburn inglés. No es probable que el jugador español se mude, pero siempre ha declarado su admiración por la liga inglesa.
Este verano hemos visto el final de una de las más largas sagas en los mercados de fichajes. El Arsenal vendía al F.C. Barcelona a su capitán y estrella Cesc Fábregas tras años de cortejo. La salida de Fábregas se ha visto en la prensa inglesa como una noticia muy triste por la gran estima que se tiene a este jugador.Así pues, el romance entre Inglaterra y los futbolistas españoles continúa y no parece que vaya a ser una moda pasajera. En contra de los que estamos acostumbrados en los últimos meses, no son malas todas las noticias con la palabra «España» en el titular.