Sellar, el mismo promotor del emblemático edificio The Shard y la estación ferroviaria de London Bridge, ha presentado una solicitud formal para remodelar de la estación de Liverpool Street, en la City de Londres, por valor de 1.500 millones de libras. El faraónico proyecto podría incluir, entre otras cosas, una piscina infinita climatizada en la azotea del hotel que pretende construir la promotora.
A cambio, Network Rail, propietaria de los terrenos y que figura con su nombre en la solicitud, permitiría a Sellar desarrollar el «espacio aéreo» sobre la estación. Está previsto construir un nuevo hotel de 16 plantas y 256 habitaciones junto a un edificio de oficinas de 10 plantas y 800.000 metros cuadrados, en cuya parte superior habría un jardín público con piscina y una pista de pádel. Como parte de la remodelación, también se peatonalizará Liverpool Street.
La piscina tendrá cuatro calles y será accesible al público durante todo el año. El calor sobrante de los edificios de oficinas se utilizará para calentar el agua. Junto a la piscina infinita se construirá un jardín y una cafetería con vistas a St Paul’s. El proyecto ha sido diseñado por Herzog & de Meuron en colaboración con Sellar, Network Rail y MTR, que gestiona la Elizabeth line.
Si se aprueba el proyecto el año que viene, las obras comenzarán en 2025
Sin embargo, estos planes no han estado exentos de polémica. La renovación de la estación ha provocado reacciones en contra por parte de vecinos y famosos, como Stephen Fry y Tracey Emin. La gente está descontenta porque los planes implicarían reconstruir en parte el hotel victoriano de grado II, el Andaz (antes conocido como Great Eastern Hotel).
Esta semana, conservacionistas y personalidades públicas han escrito una carta abierta a Michael Gove en la que califican de «burdamente oportunista» la construcción de la torre de 16 plantas que incluye la piscina en la azotea. Sin embargo, James Sellar, director ejecutivo de Sellar, ha dicho: «Todo nuestro planteamiento da prioridad a la protección y mejora de los elementos históricos tanto del Great Eastern Hotel como de la propia estación”.
