Por mucho que se empeñen algunos en decir que la mayor parte de las líneas del metro de Londres están bajo tierra y que la mayor parte del tiempo lo pasamos viajando a oscuras… Lo cierto es sólo el 45% del metro de Londres es realmente subterráneo.
Y, aunque casi todas las líneas tienen algún tramo que circula por la superficie, hay un par de excepciones. Se trata de la Victoria line y la Waterloo & City line. Son dos líneas son completamente subterráneas, pero ninguna de ellas tiene el magnífico honor de circular por el túnel más largo de la red del metro de Londres.
Este honor pertenece a la Northern line, que discurre bajo tierra -sin que le entre ni un minúsculo rayo de sol- durante 27,8 km. Concretamente en el trayecto de East Finchley a Morden, pasando por Bank, en la Central line. Durante el recorrido, pasarás por 26 estaciones diferentes. Y pasarás por debajo de lugares emblemáticos de la ciudad como Kings Cross y London Bridge.
El Metro de Londres, más de 150 años de historia
El metro de Londres tiene su origen en el Metropolitan Railway, el primer sistema ferroviario subterráneo de transporte de pasajeros del mundo. Se inauguró el 10 de enero de 1863 y la primera locomotora eléctrica se usó en 1890, en el trayecto que ahora forma parte de la Northern line. ¿Y si hablamos de algunos de sus números? En el año 2021 tuvo 296 millones de pasajeros. El undeground de Londres tiene 272 estaciones, a lo largo de más de 400 kilómetros.
El metro de Londres es mundialmente reconocido por sus contribuciones al diseño gráfico y por su enorme influencia en el de otros medios de transporte del resto del mundo. Su mapa, todo un icono, fue diseñado por Harry Beck en 1931 y en 2006 ganó el premio a ‘Icono Nacional del Diseño’.