El movimiento social Extinction Rebellion –Rebelión contra la Extinción, en español- se creó en Londres en octubre de 2018. Desde entonces ha ido creciendo y expandiéndose en más países. Su modo de actuar es mediante la desobediencia civil no violenta o «resistencia pacífica», luchando para pedir medidas, sobre todo a los gobiernos, ante la crisis climática.
El grupo ha anunciado de forma oficial las fechas de las próximas movilizaciones no violentas que pretenden «sembrar el caos» en Londres. La agrupación tomará las calles londinenses el 23 de mayo para actuar contra el cambio climático. La fecha marca el inicio del segundo Bank Holiday de mayo, por lo que se espera que haya mucha gente por las calles. Además, coincide también con la final de la FA Cup de fútbol, por la que algunos aficionados están empezando a temer que se celebre.
Breaking: Extinction Rebellion announce 23rd May 2020 as the date of their next ‘mass rebellion,’ telling members to book the time off work.
I understand it will again focus on London.
They’re also asking for donations – and have already raised over £1million. @LBC pic.twitter.com/JkHdDPIOKW
— Rachael Venables (@rachaelvenables) February 3, 2020
El pasado octubre Extinction Rebellion organizó varias movilizaciones y protestas pacíficas por todo Londres durante unas dos semanas. Paralizaron la capital inglesa durante algunos días, lo cual supuso la detención de cerca de 1.800 personas que formaban parte de las protestas. Los arrestos, lejos de preocupar a Extinction Rebellion, según ellos son la única forma de demostrar a la sociedad la importancia de este asunto.
Una sociedad dividida
A pesar de la cantidad de seguidores que está consiguiendo este movimiento alrededor de todo el planeta, también cuenta con detractores. Según una encuesta lanzada por la radio británica LBC, el 58% de los participantes pensaron que era necesaria la utilización de elementos antidisturbios contra los manifestantes de Extinction Rebellion. Mangueras de agua a presión, gases y demás formas para dispersar a las personas que se encuentren en las protestas.
Según los encuestados no ven correctas acciones como bloquear el metro o ciertas calles ya que impiden a la gente llegar a sus puestos de trabajo. Ronan Harrington uno de los líderes de la estrategia política de Extinction Rebellion asegura que no pretenden molestar, «pero hay veces que un asunto es tan grave que lo único que queda son estos medios para llamar la atención».