Las protestas de Extinction Rebellion en Londres continúan tras diez intensos días de manifestaciones. El día previo al inicio, gran parte de sus miembros fueron detenidos en una redada sorpresa. En el edificio donde intervinieron los agentes se planificaron el cierre de los puentes de Lambeth y Westminster, la ocupación de Parliament y Trafalgar Square, el bloqueo del London City Airport, así como todas las performances que se sucedieron en la ciudad. Algunas de estas actuaciones han dado la vuelta al mundo y el grupo activista no parece estar dispuesto a frenar su actividad.
El próximo objetivo de Extinction Rebellion es, sin duda, uno de los más ambiciosos. Para forzar al gobierno a negociar sus intereses, el grupo ha decidido bloquear el metro de Londres el próximo jueves 17 de octubre. Con una declaración hacia los trabajadores publicada en la página web oficial de la organización, han advertido al personal de su próximo objetivo. Además, recomiendan no intervenir en la manifestación para garantizar la tranquilidad. La línea de esta actuación continuará siendo pacífica. Asimismo agregan que «las acciones han sido diseñadas para ser lo más seguras. Tanto para los manifestantes como los pasajeros y los trabajadores».
Las demandas de Extinction Rebellion
«Al igual que una huelga laboral, la interrupción económica es clave para obligar al Gobierno a sentarse a la mesa y negociar nuestras demandas», explican. «Dentro del movimiento, hay grupos afines que están preparados para intensificar sus acciones apuntando a la infraestructura principal». Bloquear el metro de Londres es también una llamada de atención a los ciudadanos. «Interrumpir sus vidas cotidianas es necesario para hacer ver que las personas ya están muriendo como resultado del cambio climático. También para proteger vidas a largo plazo. No solo la nuestra, sino la de nuestros hijos y nietos».
Los manifestantes de Extinction Rebellion no tienen miedo a ningún tipo de querella legal. En estos diez días de protestas, casi 1500 personas han pasado a disposición policial y la cifra continúa en ascenso. Afortunadamente, no se ha debido a ningún tipo de respuesta agresiva, sino al tipo de ‘desobediencia pacífica’ conocida como ‘resistencia no-violenta’. «Es una emergencia. Las personas que se han comprometido con esta acción quieren hacer sonar la alarma tan fuerte como puedan. Su conciencia exige que hagan algo, y han elegido expresar esto por medio de una acción no violenta».
