Cada vez son más las celebrities que llevan denunciado desde hace meses el robo de fotos íntimas y comprometidas que han salido a la luz a través de internet.
Son las nuevas víctimas de los hackers, los nuevos blancos a lo que se apuntan y a las que se les asaltan las cuentas de correo electrónico y dispositivos móviles para conseguir material íntimo que, en ocasiones, posee con una gran carga erótica. Este último, ha sido el caso de la joven actriz Scarlett Johanson, que lleva sufriendo durante semanas un acoso sin límites que ha conseguido sacar en público sus encantos más personales a través de diferentes fotografías.
Desde hace prácticamente seis meses, esta red buscadora de trapos sucios ha perseguido sin cesar a otras famosas como Vanessa Hudgens, Miley Cyrus, Selena Gómez, Jessica Alba, Blake Lively, así como a Mila Kunis junto con su novio Justin Timberlake. Todas ellas ya han sufrido el acoso de piratas informáticos, y algunas corren el peligro de aparecer en la web si el FBI no encuentra a los delincuentes. Por supuesto este último ha tomado cartas en el asunto para investigar el robo de fotos que todavía se pueden ver en la red, aunque algunas de ellas ya se observan medio censuradas y ocultando las partes más íntimas de las estrellas.
Pese a que el destape más sonado y seguido por la prensa internacional ha sido el de la actriz Scarlett Johanson, la primera celebridad que acudió a la Oficina Federal de Investigación para declarar sobre su caso ante los agentes del gobierno de EEUU fue Vanessa Hudgens. Unas fotografías que muestran totalmente desnuda a la estrella de High School Musical fueron colgadas en internet justo después de que un grupo de piratas informáticos accedieran a su móvil y facilitaran las imágenes a ciertas páginas web.
El acoso siempre cumple la misma estructura: robo y muestra públicamente del material que despertará un gran interés en la red. En principio, parecía que estos modernos ladrones sin rostro no tenían como finalidad el botín económico sino que más bien se trataba de conquistar el reto de vulnerar la seguridad y privacidad de los móviles o dispositivos electrónicos de sus víctimas.
Fue a mediados de septiembre cuando saltaron de nuevo todas las alarmas al aparecer en internet unas imágenes privadas de Johansson que se había hecho ella misma con su teléfono móvil. Por supuesto la actriz amenazó con llevar ante los tribunales a cualquiera que hiciera dinero con las instantáneas.
Una tercera fotografía íntima de la actriz, supuestamente tomada por otra persona, apareció en internet una semana después del escándalo generado por las pasadas imágenes. La instantánea movilizó blogs, redes sociales y a parte importante de la vida online, puesto que dejaban ver en un primer plano el trasero de una Scarlett en ropa interior. Sin embargo, durante los siguientes días se dio a conocer que esta imagen era falsa.
La chica que aparece en la imagen se parece mucho a la joven Johansson, pero en verdad se trata de una actriz porno, según aseguraron muchos medios en su día tras revisar una galería de fotografías de la misma. Asimismo, el hecho de que la fotografía estuviera sacada desde más lejos y que no fuera un autorretato, como las dos anteriores fotos de la actriz, ha sido clave para llegar a estas conclusiones. Sin embargo, el daño ya estaba hecho con las otras instantáneas conseguidas mediante un pinchazo al teléfono de Scarlett.
La fama y popularidad de estas celebridades han impulsado a estos ladrones de instantáneas a transgredir las barreras de la intimidad, aunque el porqué de ello no queda totalmente esclarecido.