El nuevo Monarca de España juró fidelidad a la Constitución en una ceremonia de proclamación histórica en el Congreso de los Diputados. La ambición de personificar un tiempo nuevo ha recorrido el discurso del recién proclamado Rey.
En su importante discurso ante las Cortes – que duró 30 minutos – Felipe VI arrancó su reinado asegurando que en una «España unida y diversa cabemos todos, todas las formas de sentirse español, porque los sentimientos no deben nunca enfrentar o dividir sino respetar y convivir.» En todo momento el Rey tuvo presente esta idea de unidad, afirmando que «una nación no es sólo su historia, también es un proyecto integrador».
El desempleo o la crisis económica, no han sido olvidados en el discurso del recién proclamado Rey. Felipe IV aprovechó para señalar la necesidad de que todos los poderes trabajen juntos para asistir aquellos que sufren la brutalidad de estos problemas.
El Rey dejó una clara respuesta a una pregunta recurrente: ¿qué puede hacer la Corona? «La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse su aprecio, su respeto y su confianza, y para ello velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente», aseguró el Rey Felipe.
El recién proclamado monarca se convirtió en el primer Rey de España que prestó juramento apoyando su mano sobre un ejemplar de la Constitución de 1978, en un gesto totalmente nuevo. Su padre, Juan Carlos I, juró su cargo apoyando la mano sobre los Santos Evangelios. Tampoco faltaron los símbolos de la Monarquía española: la corona y el cetro.
La gran ausente de la ceremonia fue la hermana menor del Rey Felipe, excluida de la proclamación. La infanta vive apartada de la familia real por la imputación de su marido, Iñaki Urdangarin, en el caso Nóos.