La ola de calor está llegando a su fin. Después de unas semanas con temperaturas asfixiantes, los británicos esperan poder salir a las calles sin tener que vivir una odisea. Eso sí, tendrán que coger el paraguas, ya que los expertos han advertido que el próximo temporal que llegue al Reino Unido traerá tormentas eléctricas y fuertes chubascos. Las altas temperaturas que se han presenciado hoy, rozando los 40ºC, descenderán drásticamente en la mayor parte del país.
La Oficina Meteorológica (Met Office) ha emitido un aviso amarillo que se extenderá mañana (20 de julio) por gran parte del sur y el este de Inglaterra. Los expertos esperan fuertes chubascos en zonas como Londres, Norwich y Oxford por la tarde.
Un tiempo «esperanzador»
Hoy martes (19 de julio), el Reino Unido ha vivido el día más caluroso de su historia. Las temperaturas que se han registrado han sido de 39,1ºC en Charlwood, Surrey. Esta temperatura superaría el récord anterior de 38,7ºC registrado en el Jardín Botánico de Cambridge el 25 de julio de 2019.
Por otro lado, la meteoróloga de la Met Office Annie Shuttleworth, dijo que era «excepcionalmente inusual» ver temperaturas de 30ºC por la mañana en el Reino Unido. Shuttleworth añadió que las altas temperaturas de anoche habían provocado un comienzo del día con esas temperaturas tan altas. Ahora se espera que las temperaturas desciendan hasta los 25ºC. Será, en ese momento, cuando los meteorólogos den por «concluida» la ola de calor.
La ola de calor y el tiempo tan cálido ha provocado que muchas personas hayan preferido pasar el día en casa sin salir a la calle. Es por ello que la empresa de tecnología de localización TomTom ha publicado unas cifras de algunas zonas en las que se muestra que el nivel de congestión en las carreteras a las 9 de la mañana de hoy era mucho menor que a la misma hora de la semana pasada.
- En Birmingham, los niveles de congestión bajaron del 48% del 12 de julio al 32%.
- En Brístol, los niveles de congestión bajaron del 46% al 42%.
- En Londres, bajaron del 60% al 44%.
- En Manchester, la congestión disminuyó del 59% al 44%.