La ciudad de Glasgow plantará 10 árboles por habitante o lo que es lo mismo: 18 millones de árboles. Gracias al proyecto Clyde Climate Forest (CCF), el ayuntamiento del municipio espera aumentar hasta un 20% la zona arbórea en áreas urbanas. Además, los mandatarios de la mayor ciudad de Escocia, planean que una quinta parte del paisaje rural de la región esté cubierto por bosques autóctonos. El objetivo es que esto ocurra en los próximos diez años.
Ocho ayuntamientos colindantes con la zona urbana de Glasgow han respaldado el proyecto. La iniciativa se considera una de las más ambiciosas a nivel medioambiental de todo el Reino Unido. A raíz de esta iniciativa, Escocia deberá tomar medidas más radicales con el fin de luchar contra el calentamiento climático – entre ellas, reducir las emisiones de CO2 y trasladarse a una economía de carbono cero – ya que el planeta está a punto de superar el límite de 1,5ºC que se acordó en el tratado climático de París.
La creación de un gran bosque no es el único objetivo de la organización CCF. La asociación también propone fomentar las actividades relacionadas con el cultivo y las explotaciones de bosques y montes, así como las plantaciones comerciales. También están organizando el aumento de tamaño de al menos un 20% de muchos bosques de hoja ancha.
La cobertura de árboles de Glasgow traerá muchos beneficios para el planeta
La ministra de Medio Ambiente de Escocia, Màiri McAllan, ha predicho que la plantación de árboles en Glasgow será fundamental para hacer frente a la doble crisis del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Según McAllan, el proyecto cuenta con un gran apoyo por parte de todos los ciudadanos escoceses.
Otros programas parecidos se han llevado a cabo en regiones del Reino Unido. Éstos han traído muchos beneficios para mitigar los efectos del calentamiento global como las inundaciones, los desprendimientos de tierra o la erosión. Además, la plantación de árboles recuperará la biodiversidad, reducirá las emisiones de CO2 y refrescará las zonas urbanas para las fuertes olas de calor.
El director del CCF, Max Hislop, dijo que sus objetivos incluían aumentar en gran medida la cobertura arbórea en algunas de las áreas más pobres de Glasgow, como Easterhouse y Castlemilk. Hislop, con esperanza, ha señalado: «Son objetivos ambiciosos, pero este es el nivel de ambición al que deberíamos aspirar en nuestras respuestas a las emergencias climáticas y ecológicas. Alcanzar estos objetivos es el reto».
