La National Gallery acogerá “Goya: The Portraits” desde el 7 de octubre, una exposición de pinturas de Francisco de Goya articulada a través de los retratos que realizó el artista a lo largo de su vida. Con motivo de esta muestra, tan representativa para el público, tanto español como londinense, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo se desplazó hasta Londres el pasado día 5 para inaugurar, junto al embajador español en la capital británica, Federico Trillo, esta exposición.
Goya sorprende en Londres
Desde el 7 de octubre de 2015 y hasta el 10 de enero de 2016, todo el que se acerque por la National Gallery podrá disfrutar de un Goya “que no se esperan, que en ocasiones, era duro o abrupto”, según apuntó Méndez de Vigo. Quién, además, destacó la particularidad de estas obras que van a sorprender, especialmente a todos aquellos: “Acostumbrados al Goya de las pesadillas, los caprichos, las majas y la Guerra de la Independencia”.
Hasta la fecha, y a pesar de que gran parte de su creación estuvo dedicada a los retratos – casi un tercio de la misma-, nunca antes se había dedicado una exposición completa a su trabajo como retratista, por ello es aún mayor la relevancia de esta muestra que realiza la National Gallery en Londres. “Están a la altura de sus grandes maestros: Rembrandt y Velázquez”, destacó Méndez de Vigo sobre los retratos que realizó Goya durante su vida.
Retratos nunca expuestos
El duque y la duquesa de Osuna con sus hijosLa muestra está compuesta por más de 60 obras del autor pertenecientes tanto a colecciones públicas como privadas. “El objetivo de esta exposición es reevaluar el estado de Goya como uno de los más grandes pintores de retratos en la historia del arte. Su enfoque innovador y poco convencional llevó el arte del retrato a nuevas alturas a través de su capacidad para revelar la vida interior de sus modelos, incluso en sus más grandes y más memorables retratos formales”, asegura el comisario de la exposición, Xavier Bray. Entre los lienzos expuestos se incluyen obras que raramente se muestran públicamente y algunos que nunca se había exhibido porque pertenecían a particulares que los habían heredado de manos de los retratados.
“Goya: The Portraits”, ofrece la posibilidad de admirar la manera de crear acuñada por el pintor zaragozano a través de las técnicas y medios plasmados en cada obra. Desde pinturas de lona a tamaño natural, miniaturas realizadas sobre cobre y finos dibujos de tiza negra y roja. El recorrido está organizado cronológicamente y temáticamente, algo que permite al visitante adentrarse a descubrir la evolución del pintor a través de su desarrollo técnico, estilístico y psicológico como retratista. «Esta exposición constituye el mejor estudio posible de retratos de uno de los pintores más profundos e incisivos de la historia. La mirada de Goya penetra a través de las apariencias externas y revela la fragilidad humana y la fortaleza, la locura y la sabiduría”, comenta el director de la National Gallery, Gabriele Finaldi.
Un paseo por la obra de Goya
Mariano GoyaLas piezas seleccionadas, traídas desde diferentes puntos del planeta, comienzan con un repaso de los comienzos de Goya en la corte madrileña hasta su nombramiento como pintor de cámara del rey Carlos IV y a su vez retratista de gran parte de la aristocracia de la época. Una de las obras más destacadas de la colección es “La duquesa de Alba”, que por primera vez viaja desde Nueva York a Reino Unido. Un retrato icónico de 1797 de la amiga del pintor vestida de maja y con una mantilla con “solo Goya” escrito sobre el suelo. Otras de las pinturas destacadas, en este caso por la gran influencia de Velázquez sobre ellas son: “El duque y la duquesa de Osuna con sus hijos” y “La familia del infante don Luis de Borbón». La muestra también incluye un lado más personal del pintor con un gran número de autorretratos y representaciones de sus amigos y familiares, entre las que está el último trabajo del pintor: “Mariano Goya” un retrato de su nieto realizado meses antes de que el pintor falleciera el 16 de abril de 1828 y en que por última vez deja testimonio de su genialidad, habilidad y creatividad hasta los últimos días de su vida.