Guillem Balagué (Barcelona, 1968) presentó la primera biografía internacional de Pep Guardiola, «Another way of Winning», donde hace un repaso a los 4 años del ex técnico al frente de la tripulación azulgrana. Un período repleto de éxitos y alabanzas que terminó con la consecución de la Copa del Rey el pasado mes de Mayo. 14 títulos de 19 posibles. Un registro sin precedentes. El Ibérico ha tenido la oportunidad de charlar con el periodista que más cerca estuvo del carismático entrenador durante su última etapa.
¿Es cierto el tópico de que es más placentero ganar jugando bien al fútbol?
El fútbol es un deporte y los que creen que el fútbol solamente consiste en ganar se olvidan muchas veces de esto. Dejan fuera de la ecuación algo muy importante. Está claro que hay más de una manera de ganar, que hay belleza en las cosas que hace por ejemplo el Madrid, y la hay en las que hace el Barcelona, o el Levante. Pero ser resultadista es olvidarse de que el fútbol es un espectáculo y todo espectáculo necesita una audiencia, y a ésta hay que contentarla.
¿Qué es más importante ganar o ser recordado?
El deportista lo que quiere es ganar, pero la historia exige más, para quedarte en los libros no vale solo con eso. Sí que es verdad que hay perdedores muy hermosos.
Incluso algunos más recordados que los ganadores, como la Holanda de Cruyff, el Brasil del Mundial 1982, la Hungría de Puskas…
Perdedores que han cambiando la historia y han sido recordados por eso. Y de nuevo volviendo a Pep, estamos hablando de alguien que pasará a la historia no solo por los éxitos espectaculares [14 de 19] sino por cómo lo hizo. Tenía una misión, una ambición y la cumplió.
¿Es más fácil controlar los egos de la gente que se ha formado en La Masía?
Lo que pasa es que la gente que se ha formado en La Masía se ha formado en su club. Como dice Xavi, «son culés». Están viviendo su sueño, tienen más conocimientos de lo que es el club, cuáles son sus límites personales…y cuando traes a alguien de fuera, viene con su «luggage», como el caso de Ibrahimovic. Y equilibrar eso no es fácil.
El proyecto empezó con algunas dudas. Derrota en Soria, empate en el Camp Nou ante el Racing. ¿Llegó el entrenador a no verlo claro?
Estoy seguro. Dudó pero hizo ver que no dudaba, que eso en momentos de crisis es lo más importante. Y bueno, en un momento determinado Iniesta, después del segundo partido, fue a su oficina, tocó la puerta y dijo : «Estamos con usted, míster», y se fue. Tenía el beneplácito del equipo porque todos veían que se estaba jugando bien.
¿Puede un entrenador no formado en la casa, sin esos conceptos previos, hacer jugar al equipo como lo hizo Guardiola?
La verdad es que ayuda. Creo que es esencial, lo mismo le está pasando a Tito. Como dice Valdano, Tito se montó en un tren ya en marcha y no se ha apartado del camino. Incluso lo está haciendo más versátil. Le esta dando más alternativas, pero todo viene de conocer ese tipo de fútbol y esa manera de jugar.
¿Qué porcentaje del éxito de Pep hay que atribuir a Johan Cruyff?
Se explica la historia del Barça muy linealmente. Laureano Ruíz, Oriol Tort y Johan Cruyff. Y no es así. Se cometieron muchos errores en la Masía, incluso en la época de Cruyff. Y de hecho Johan no puso nada por escrito. Tuvo que venir Van Gaal y estructurar el club. Poner en escrito el tipo de entrenamiento que se tenía que hacer, cómo se iban a dividir los departamentos… Y luego Guardiola, a nivel de infraestructura, también ha dado un paso más. No es una historia lineal pero es una historia que empieza con Johan Cruyff queriendo que todos los equipos jugaran igual; aunque lógicamente, cuando decide que los equipos de categorías inferiores tienen que jugar igual, ya había gente que durante 10 ó 15 años antes había buscado un tipo de jugador y un tipo de entrenador que encajaba en esa idea. Cruyff lleva esa idea finalmente al primer equipo y la hace universal en el club. Y luego hay algo fundamental: Cruyff elimina el victimismo del club. Le quitó otro obstáculo.
¿Qué diferencias ve entre Guardiola y Tito a nivel de metodología?
Son muy parecidos a la hora de trabajar, pero muy diferentes a la hora de enviar un mensaje. Pep tenía un carisma y una relación con los jugadores diferente a la de Tito. Esa dinámica también ha cambiado. Pep usaba un espacio muy grande dentro del club; Tito más pequeño…pero Vilanova ha solucionado algunos problemas con los que se encontró Pep en la última temporada. Le está dando otros registros. A veces es el Barça de Xavi, otras el Barça de Cesc -que es más directo-, otras se ven los dos en el mismo partido…hace que sea difícil descifrar al Barça.
Mirando el porcentaje de títulos, no cabe duda de que Guardiola es el mejor entrenador del mundo.
14 de 19 dice algo, pero es un club que conoce, tiene a Messi…pero, ¿cómo se define eso? Se define como un entrenador que viene de la cantera y lleva al club a otro nivel o un entrenador que va a cuatro clubes diferentes y gana ligas. No sabría decirlo. Incluso Alex Ferguson también lleva al Manchester United a un nivel dónde nunca habían estado.
¿Puede Guardiola extrapolar su idea, su proyecto, a otro club y que triunfe?
Estoy convencido de que sí. Porque además de ser el símbolo de un club, icono de una nación…es un muy bien entrenador. Ve el fútbol, sabe interpretarlo…seguro que puede.
¿Dónde le ve la próxima temporada?
En la Premier, seguro. Es lo que le gustaría, pero también estuvo a punto de fichar por la Juventus y por el United y acabó en el Brescia. Fueron circunstancias y accidentes que no creo que pasen esta vez. Habrá aprendido de aquella lección.
¿Se imagina un duelo en la Premier entre Guardiola y Mourinho, con uno en el banquillo de El Etihad y otro en Old Trafford?
A Mourinho le gustaría ir al United, seguro. Otra cosa es que sea el elegido. La verdad es que para sustituir a Ferguson debe ser un entrenador así porque si no te come su sombra, la historia y el club. Lo que pasa es que la figura de Mourinho no encaja muy bien en la filosofía del Manchester. Él quiere volver a la Premier. Estaría muy bien ver a ambos en los banquillos.
¿El fichaje de Txiki ha sido un guiño por parte del Manchester City hacia Guardiola?
Está claro. Y que el Chelsea no supiera ver eso…que no viera que fichándole estaría más cerca de Pep me dejó atónito.
Realmente ¿puede triunfar en un club donde solo hay millones detrás, sin una estructura férrea, sólida, hecho a golpe de talonario?
Pep está buscando un equipo que gane ya. Necesitas esa super estructura, ese presupuesto, y que tenga jugadores que encajen en su manera de entender el fútbol… No se va a poner a construir un construir un equipo en la Premier. No se va a ir al QPR, por ejemplo.
¿Podrá triunfar sin su piedra angular, Leo Messi?
Sí, seguro, pero Messi ayuda. Sin Messi no hubieran sido 14 de 19, sin duda.
¿Era el ‘Pep Team’ o el equipo de Leo?
Ese debate es interesante porque hay un tercer equipo: el de los jugadores, que esta temporada están en el proceso de reivindicarse. Me da la impresión de que a principio de temporada había un intento de reivindicación, de decir, «aunque Pep lo hizo muy bien aquí estamos nosotros también.» ¿Cómo se separa Pep de Messi?
¿Quién echó a Ibrahimovic?
Pep es el que se trae a Ibra pero no sé si es el que se lo carga. Un poco de los dos. Pep ve que no hay necesidad de delanteros porque Messi ocupa ese puesto y se da cuenta de que Messi se hace más pequeño cuando está Ibra al lado. Es una de las muchas grandes -y buenas- decisiones que tomó Pep.
¿Le parece lógico cargarle de tanta responsabilidad, que tenga tantos galones en el vestuario?
¡Qué vas a hacer si no! Estás en un equipo que depende muchísimo de Messi. Lo que pasa es que equilibrar el equipo y Messi es una faena muy delicada y que requiere un esfuerzo que Pep al final ya no estaba dispuesto a dar por falta de energías, por lo que fuera….pero es complicado.
¿Cuánto influyó la carga emocional de Mourinho, día tras día, para dejarlo?
Influyó Mourinho, la relación con Messi, los cuatro años que estaban pesando, su pasado como futbolista en el que a lo mejor se tenía que haber ido antes. Cruyff también dijo que él mismo debía haberse marchado dos años antes y Pep era muy consciente de eso. Quería irse cuando estuviera en lo más alto. Todo influyó, y la obsesión por la que hace las cosas, cómo había ignorado un poco a la familia…No solo hay una razón. Él tiene esa manera de ser, de no disfrutar de la victoria. Lo dice siempre. El momento más feliz es cuando se da cuenta de cómo ganar al equipo contrario. No es capaz de disfrutar del éxito. Ha habido momentos de grandes victorias, como en Wembley, cuando de repente se pregunta, ¿y ahora qué hacemos? Y quizás eso le pasara en el Barça. En lugar de pensar en esa dinámica positiva, ya pensaba en la peor posibilidad.
Menciona su relación con Messi. ¿No todo fueron vino y rosas?
Al final se tomaron decisiones deportivas con las que no todo el mundo estaba de acuerdo. Si las revisara Pep se daría cuenta de que no eran las mejores opciones. A lo mejor jugar con Tello y Cuenca contra el Madrid y el Chelsea y dejar a Alexis, Cesc y Pedro en el banquillo no fueron buenas decisiones. Y a lo mejor eso no le gustó a Messi, que se hubiera sentido más arropado con otro tipo de jugadores. Seguro que tensión deportiva la hubo desde el primer día. De hecho, hay imágenes de los primeros días cuando Pep intenta entrar a Messi de una manera más latina, cogiéndole del brazo, agarrándole…pero se da cuenta pronto de que el tema con Leo no va por ahí. No me atrevería a decir conflictos, pero esa tensión competitiva seguro que la hubo al final porque los resultados no acompañaban.
Sin embargo le permitió irse a los JJOO con Argentina nada más aterrizar…
Fue el momento cumbre de su relación porque Pep, que había sido campeón olímpico, le da ese trato de favor a Messi a cambio de que luego rindiera como nunca. Fue la manera de ganárselo.
¿Cómo explicaría a un británico el comentario que le hizo el propio entrenador tras derrotar al Madrid en el Bernabéu, «I have the ball, I pass the ball»
Yo creo que todo el mundo sabe ya lo que es. Incluso por el nombre de tiqui-taca. Ha calado. La gente es muy consciente de lo que es el Barça. Ya no te hablan solamente de que es un equipo con posesión y que tiene mala defensa porque antes encajaba goles en los que se veía un uno contra uno dos, contra dos…y donde la defensa estaba expuesta. Pero la gente ya sabe que si la defensa se expone es porque no se defiende bien desde arriba. Se conoce muy bien al Barça, lo llevamos explicando desde hace varios años en Sky.
¿Considera a Guardiola un falso modesto como le etiquetaron algunos?
Yo creo que no, que había mucha gente con ganas de etiquetarle de cosas porque era un triunfador que lo hacía a partir de cierta modestia y eso no cala muy bien. A la gente eso no le gusta. Es un tipo que nunca está lo suficientemente feliz. Nunca cree ser suficientemente bueno en lo que hace. Sea falsa o verdadera es una postura muy saludable para cualquier persona. Siempre pensar que lo puedes hacer mejor, que puedes mejorar.
Y cuándo calificaba a ciertos rivales semi desconocidos como «peligrosos», «dañinos»…no pecaba de excesivo respeto?
Hay que respetar al contrario y si se te escapa un «este partido lo tenemos ya ganado» el mensaje llega a la plantilla y al equipo. Lógicamente cuando sacas contra un 2ªB a Pinto, Bojan….ya estás diciendo que no es el partido importante de la temporada, pero al mismo tiempo les estás pidiendo que sean competitivos, que no se relajen. También lo hace Mourinho.
Lo asemeja con Mourinho en un capítulo.
Si, en la forma de trabajar de puertas hacia dentro. Hablamos de dos entrenadores que buscan una dinámica de grupo muy parecido. Cerrarse, nosotros contra el mundo; donde los dos hacen un esfuerzo emocional enorme para que los jugadores sientan que no son solo líderes, sino también padres, hermanos…luego de puertas para fuera visten y hablan diferente y actúan de distinta manera en rueda de prensa. Ahí está la gran diferencia. Quizás Pep entiende que todo lo que haces es personal y expone su persona a todo eso. Mientras que José Mourinho separa muy bien ser entrenador de ser persona. Fuera del mundo del fútbol a José no le importaría ser amigo de Guardiola, por poner un ejemplo.
La suspicacia surgió cuando el técnico azulgrana explotó en la rueda de prensa previa al choque de ida de las semifinales de Champions.
Viene de antes. José y yo, cuando él estaba en el Inter, por casualidad vimos unas imágenes del Barca y me decía: «Mira, Guillem, a los jugadores del Barça el árbitro les pone la alfombra roja, lo rivales quieren un autógrafo…Cuando vaya al Madrid tengo que poner una bomba. Todo es parte de una estrategia para que el Barça se sienta incómodo y cuando el Barça se siente incómodo emocionalmente, juega peor y si juega peor, pierde. Lo demás viene como consecuencia de eso. En un determinado momento Pep decide parar todo eso, entiende que es lo que necesita la plantilla y se produce esa famosa rueda de prensa.
¿Defenderles públicamente sirvió para alentar a sus jugadores?
Todo el mundo insiste en que sí. No se ganó por eso pero era lo que necesitaba el equipo en ese momento. Se relajaron, luego hubo un vídeo muy gracioso de Víctor Valdés. Cambió la dinámica. Como dice Valdano, «el fútbol es un estado de ánimo» y si no estás triste o deprimido juegas mejor, das lo máximo.
¿Puede llegar a haber la comunión entre la grada y Pep que existía en el Camp Nou?
Ese es un punto interesante porque es una liga de entrenadores y de managers. Allá donde vaya la afición le idolatrará. Le convertirán otra vez en el mesías, sobre todo porque irá, además, a un club que le falta algo, un City, un Chelsea… Con lo cual ya puede contar con convertirse en una figura idílica. Ese peligro lo corrió en el Barça porque lo trataban como a un mesías, como si volara, y quizás también se fue por eso. En Inglaterra es una idolatría que viene relacionada con el respeto al profesional y eso seguro que él lo apreciará.
¿Tan seguida es la figura de Guardiola como para que se planteara escribir un libro sobre él en inglés?
La fascinación por el fútbol español y por Pep es enorme. Y el hecho de que se haya ido ha ayudado al libro porque su imagen no ha evolucionado, se mantiene intacta.
¿Cuándo arrancó con este proyecto?
Los mismos que me habían pedido hacer A Season on the Brink, sobre Rafa Benítez, su primer año en el Liverpool y la final de la Champions en Estambul, me comentaron que si me gustaría hacer otro. Surgió esta posibilidad y dije que sí siempre y cuando pudiera hablar con Pep. A él le pareció bien y a partir de ahí me abrió las puertas del vestuario, hablé con los jugadores…Incluso le envié un correo a Ferguson para que me recibiera y al final se convirtió en el prólogo del libro. Las entrevistas las empecé entre septiembre y octubre del año pasado. Y durante toda la temporada estuve conversando con los jugadores.
El peor año de Pep.
Sí. El último.
¿Y no notó algo en esos meses en su día a día?
Se notaba que le agotaban cosas, y que algunos momentos ya no los disfrutaba. Y tuve la suerte, gracias a un par de buenos contactos, de anunciar (en Sky Sports News) que se iba. Era una situación lógica al final. Aunque a las 10 de la mañana del día siguiente del partido de vuelta ante el Chelsea, cuando se reúne con el presidente, con Zubi, etc nadie sabía bien que es lo que iba a decir. Pero ya dos días después cuando se cita con la plantilla me llega por la mañana que había decidido irse.
¿No percibió cierta apatía o desidia en los propios jugadores?
No, al contrario. Porque tenían la sensación de que si se iba era por ellos entonces hacían un esfuerzo para convencerle de que ellos aún estaban motivados. Pero lógicamente después de ganar mucho siempre pierdes un punto de motivación. No tiene nada que ver con Pep, tiene que ver con los ciclos del fútbol.