El susto que se llevaría el cliente que se encontró un ave muerta y semi-descompuesta en una ensalada del supermercado Tesco es difícil de imaginar.
Al parecer, fue la novia de Paul Streeter quien descubrió el animal, cuando estaba a punto de ingerir las hojas de la ensalada durante una comida familiar. Rápidamente empezó a sentir naúseas ya que, en palabras de Streeter: «No podía creer lo que veían mis ojos. Fue horroroso».
La ensalada había sido comprada en un Tesco de Burnham-on-Sea. Por su parte, el supermercado se ha disculpado con los clientes y afirma que están investigando el curioso y desagradable suceso.