El cineasta manchego, Pedro Almodóvar, recibió en Londres el pasado mes de diciembre un homenaje a toda una trayectoria repleta de éxitos. Como cada año, la Academia de Cine de Hollywood homenajea a alguna personalidad del mundo del séptimo arte a nivel europeo. En esta ocasión el elegido fue Pedro Almodóvar, director español que conquistó no solo Hollywood, sino el mundo entero cuando se hizo con el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa por su película Todo sobre mi madre.
Para semejante evento, organizado en el mítico cine Curzon Soho de la capital británica, el director manchego contó con la compañía de familiares y amigos de profesión, como es el caso del director británico Stepehen Frears o el aclamado Quentin Tarantino, quien dedicó unas palabras a Almodóvar a través de un vídeo en el que afirmaba que era el director contemporáneo «al que más admira» y que le quería «porque tiene un corazón más grande que el Gran Cañón». Actrices internacionales de la talla de Miranda Richardson y Kristin Scott Thomas tampoco quisieron perderse el homenaje.
Como anécdota, cabe destacar la intervención del diseñador francés Jean-Paul Gaultier, que ha colaborado con el cineasta español en tres películas y que dijo de Almodóvar que «se trata del mejor embajador de España». Por si fuera poco, le pidió -bromeando- matrimonio delante de todos los asistentes al evento. «En mi país todavía no se puede, pero en el tuyo sí, y me gustaría preguntarte una cosa: ¿quieres casarte conmigo? Te quiero», preguntó el diseñador francés entre las carcajadas y aplausos del público.
En el plano inicial, el autor de obras maestras como Volver o Mujeres al borde de un ataque de nervios estuvo acompañado por amigos como Rossy de Palma, Javier Cámara, Leonor Watling o el músico Alberto Iglesias, quien compuso la música para su último éxito La piel que habito.
En el ámbito de la familia, era impensable que su hermano y amigo Agustín Almodóvar no acudiera a esta cita organizada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Agustín, quien calificó a su hermano como un «perfeccionista hasta la obsesión», recordó que, después de 19 películas, «sigo a su lado compartiendo su pasión por el cine». Su hermano fue también el responsable de que la velada estuviera adornada por las fotografías que este afirmó haber sacado del álbum familiar, así como el mítico instante que pasará a la historia en el que Penélope Cruz y Antonio Banderas gritaban su nombre cuando resultó ser el ganador del Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa por Todo sobre mi madre en 1999.
El director manchego fue recibido por el auditorio con una sonora ovación, y tras los aplausos tiró de repertorio y dio una lección maestra divertida y cargada de recuerdos que enorgullecen no sólo al cine español sino al europeo también. «El cine existe, nos representa y además es uno de los mejores modos de promover y vender la cultura de un país y eso lo saben muy bien, mejor que nadie, los americanos», dijo el director manchego, de 63 años, quien habló tanto en español como en inglés durante su comparecencia.
Y es que el director manchego más internacional se ha paseado ya varias veces por la alfombra roja de los Oscar, la ceremonia que más estrellas reúne en el mundo del cine a nivel mundial. Almodóvar puede alardear de haber sido galardonado con dos de estos premios, uno por Todo sobre mi madre en 1999, y otro por Mejor Guión de Hable con ella en 2006. Además, ha estado nominado otras dos veces como Mejor Director, también por esta misma película, y por Mujeres al borde de un ataque de nervios al Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa en 1988.