Si te apasiona la magia, las bolas de cristal o los amuletos, lugares como The Mysteries o The Astrology Shop son indispensables en tu ruta mágica por la ciudad
La magia no es sólo cosa de brujas, hechiceros, magos o adivinos; sino que está al alcance de todos, o al menos de aquellos que creen que existe, en algunos de los establecimientos más curiosos y enigmáticos que adornan algunos recovecos del centro londinense. La parada de metro Tottenham Court road es el inicio perfecto para adentrarse en este mundo de fantasía y ensoñación. En la calle «Museum Street» se encuentra Atlantic Bookshop, donde los libros más extraños y excéntricos se pelean por hacerse notar entre las estanterías del local.
Geraldine Beskin, dueña de la tienda después de que en los años 60 la adquiriera su padre, deja desde un principio bien claras las intenciones del negocio: «Somos una librería muy seria. No estamos interesados en el New Age o en las cosas místicas, somos mágicos y nos interesa la astrología, la mitología, o el tarot». Con 88 años de antigüedad, este local puede presumir de poseer libros que no se pueden encontrar en otras librerías más generales. «Tenemos libros importados de América y otros que sólo se pueden encontrar por Internet», afirma Beskin con orgullo; y es que estas publicaciones son el sello y firma de la casa.
Sin embargo, no sólo para ávidos lectores está destinado este negocio. Entre historia, Egipto, los astros y el tarot se topan velas, incienso, cartas, bolas de cristal o amuletos para la buena suerte.
En relación a los clientes, Beskin admite que no existe un perfil definido y común en todos ellos: «Hay gente que viene buscando algo simple y de ahí pasa a adquirir libros más complejos y tenemos otros clientes que llevan viniendo 35 años».
Covent Garden se hace eco de esta magia que desprende La City con The Astrology shop, un local específico sobre astrología, donde aparte de encontrar bolas de cristal, amuletos y cristales, el local contiene una gran colección de libros sobre planetas o estrellas así como también una gran variedad de productos relacionados con el horóscopo.
A sólo unos metros del negocio, The Mysteries se levanta imponente en este mismo barrio tan famoso por su ambiente y su plaza. Con tres plantas, el negocio guarda las lecturas de manos o el tarot para los pisos superiores, dejando al descubierto en su primera planta innumerables productos relacionados con el esoterismo y la magia.
Se llama Michael Balthaud y es el manager del local desde hace un año. A pesar de ello admite que conoce muy bien el negocio ya que estuvo cuatro años trabajando en él antes de convertirse en el jefe. Con casi 30 años de antigüedad, The Mysteries comenzó siendo un negocio familiar entre un padre y un hijo y se acabó trasladando al hijo de éste, formándose así toda una generación de «magos».
Balthaud admite que la tienda es muy famosa por los alrededores y algunas celebridades se acercan a curiosear y adquirir algún producto. «Anne Hathaway vino a la tienda en los últimos 2 meses. Alanis Morissette o el cantante de Gorillaz también se pasaron por aquí», cuenta Balthaud y añade que «es ese tipo de tiendas en las que los clientes van a comprar una cosa concreta y acaban adquiriendo muchas cosas pequeñas». Y es que desde amuletos de la suerte, cartas del tarot, péndulos y aceites esenciales, encuentras un sinfín de artículos que hace imposible la elección de uno sólo.
Para aquellos que quieran explorar más sobre su interior, conocer qué pasará en su futuro o simplemente buscar consejo –ya sea amoroso o de negocios- los pisos superiores albergan entre 5 y 8 profesionales al día de diferentes países que leen las cartas, las manos o incluso a la persona. Así lo explica Balthaud: «Tenemos psíquicos que simplemente se sientan delante de ti y sin tocarte o usar las cartas te pueden decir muchas cosas». Otros métodos más científicos son usados por estos empleados a la hora de aventurarse a explicar el futuro y pasado del cliente. «Sabiendo apenas el día de nacimiento, el lugar y la hora precisa, estos profesionales te pueden decir lo que te va a pasar y lo que te ha ocurrido con una precisión que realmente impresiona».
A la hora de preguntar por los clientes habituales que se animan a explorar un poco más sobre su futuro, Balthaud coincide con Beskin en que no existe un cliente definido: «Vienen amas de casa, gente que trabaja en el banco… personas muy diferentes entre ellas».
Londres es una ciudad llena de «magia» y con estos negocios los fans de la brujería pueden acercarse un poco más a este universo mágico e intentar ver más allá de sus ojos, rompiendo así los esquemas de su vida cotidiana.