El libertador Simón Bolívar.No voy a entrar en la polémica sino de puntillas, como corresponde a un docente y no a un político. Lamento no poder evitarlo, pero como decía un amigo boliviano: «Ya está de buen tamaño». Los que en su día estudiamos latín, como el alcalde de Londres, tenemos un gran respeto por todo lo que esa lengua lleva consigo. No discuto la eufonía del término, nada más interesante para un lugar que añadirle a su nombre un adjetivo que evoca el excepcional Imperio romano, su literatura, derecho, historia, filosofía, arquitectura, ciencia, etc… Le concede un barniz de un tipo diferente al de las tribus indígenas de la América que en la actualidad hablan español o portugués… Corremos el riesgo de darle más importancia al medio, a la lengua, que a los contenidos culturales, lo realmente importante que los españoles y los portugueses llevaron consigo al continente americano.
América, un continente con países muy diversos, para los ingleses su nombre, el término ‘América’, está reservado para los Estados Unidos (!?). Tal vez es influencia de las formas de hablar estadounidenses, presentes con frecuencia en las muchas pantallas que entretienen los ocios británicos. Cuentan que fue un cardenal francés el primero en añadir a América el calificativo de latina, con el fin de desplazar los términos ‘hispano’ o ‘ibero’; Un claro ejemplo del lenguaje al servicio del poder, de la influencia cultural. La famosa ‘Leyenda Negra’, otra intoxicación informativa.
Los agentes más o menos secretos que conspiraron con los patriotas americanos, a la sombra de George Canning, que nos mira altanero desde una esquina de la plaza del parlamento británico, necesitan de una revisión histórica. Los luchadores por la independencia de las colonias españolas en América gozaron de la espléndida colaboración del gobierno británico. Como Simón Bolívar, ‘El Libertador’, con familia originaria de las provincias vascongadas, de pie en una estatua cuyo pedestal explica con detalle esta circunstancia. De hecho comparte honores en la plaza donde se ubica la embajada de España en Londres nada menos que con ‘el Príncipe de los Ingenios’, D. Miguel de Cervantes.
¿América Latina? ¿Y por qué no indoeuropea?
Alfonso Posada
Prof. de bachillerato
alfons.inn@gmail.com