La realidad de la inflación se está notando, y mucho, en el Reino Unido. Solo hace falta revisar la factura de la luz, acercarse a una gasolinera o a un supermercado para darse cuenta que los precios no son los mismos que hace un año.
El resultado de esto es que los ciudadanos están sufriendo, hasta el punto que más de una quinta parte de los hogares afirma tener dificultades para llegar a fin de mes. Y es que el precio de la compra semanal ha aumentado un 7% en Reino Unido, el nivel de inflación más alto de los últimos 13 años.
Según el estudio realizado por el grupo de investigación de mercados Kantar y que recoge el diario The Guardian, nueve de cada diez personas dice estar preocupada por el aumento de los precios en los alimentos. Ahora la compra se sitúa como el segundo tema más ‘preocupante’, por detrás de la factura energética.
Fraser McKevitt, director de ventas al por menor, dijo que la gente está sintiendo “presión” en la caja de los supermercados por el alza de los precios en el último año. Kantar ha afirmado que los precios que más están subiendo son los de la comida para perros, los aperitivos salados y la carne de vacuno. Por otro lado, el precio de las bebidas alcohólicas está bajando.
La inflación afecta de lleno a los supermercados
Las ventas globales de los supermercados cayeron un 4,4% en los tres meses anteriores a mayo. Esto se debió a la reapertura de bares, cafeterías y restaurantes, lo que permitió que más personas cenaran fuera de sus casas.
Por otro lado, las ventas también disminuyeron en las cuatro grandes cadenas de supermercados, siendo Morrisons la más afectada. Aldi y Lidl fueron las únicas cadenas que registraron un aumento en las ventas, las de Aldi aumentaron un 5,8% y las de Lidl un 6%.
Kantar espera que para los cuatro días de Platinum Jubilee a principios de junio, el gasto en supermercados aumente. Kantar se basa en otros años en los que se ha llevado a cabo esta celebración, ya que las familias se reúnen para disfrutar de un “fin de semana largo”.