Como si de una biblioteca viviente se tratase, han sido plantadas en Cornwall, una región al suroeste de Inglaterra, un total de cuarenta secuoyas costeras como una parte del Proyecto Eden, un complejo medioambiental inspirado en la naturaleza y el desarrollo sostenible.
Esta será la primera vez que un «bosque» de esta especie de árboles de tamaño gigantesco y procedentes de América del Norte crecerá en Europa. Se prevé que para el año 2050 estas especies ya se habrán elevado hasta los 25 metros de altura y no dejarán de hacerlo en años posteriores dejando así un legado de uno de los seres vivientes más longevos que habitan el planeta.
Las secuoyas costeras, más conocidas como secuoyas de California, son los seres vivos más altos de la Tierra con un crecimiento de hasta 115 metros de altura. Y, por otro lado, son también los más longevos, ya que su esperanza de vida oscila entre los 2000 y 3000 años. Sin embargo, muchas de ellas se están viendo dañadas a causa de la tala en el transcurso de los últimos 150 años al mismo tiempo que otros muchos especímenes que aún habitan los bosques de California y Oregón se están viendo seriamente amenazados a causa de sequías e incendios forestales.
El proyecto Eden
El motivo que trae a estas especies a suelo europeo es el denominado proyecto Edén, un proyecto llevado a cabo entre Eden y Archangel Ancient Tree Archive (AATA), y con sede en Michigan, diseñado con el objetivo de preservar los árboles para las generaciones futuras.
El co-fundador de Eden, Tim Smit, declaró:
«Este proyecto se convertirá en una colección única de los seres vivos más altas de la Tierra. Las secuoyas se mantendrán en el Eden para, esperamos, durante miles de años que están por venir».
Desde California hasta Cornwall
Secuoyas de CaliforniaPara la plantación, llevada a cabo por los expertos de AATA, se trajeron dos clases esquejes: unos eran de secuoyas en vida y otro de tocones de grandes árboles que ya habían sido talados. Estos fueron clonados para obtener nuevas muestras, y de ahí, se enviaron a Cornwall.
De entre los especímenes clonados, 10 fueron de tocones de una famosa secuoya del norte de California que había sido talada en el año 1890 y que ya arrastraba 3.500 años de antigüedad. Esta, de no haber sido talada, hubiera sido probablemente el árbol más grande del mundo en nuestros días. Y es que, entre las misiones de AATA, se encuentra la de hacer proliferar los árboles centenarios más importantes del mundo antes de su desaparición, así como archivar su genética y reforestar la Tierra con su descendencia.
Las muestras de árboles llegaron a Cornwall hace ya un año y, desde entonces, han ido creciendo hasta que ahora se han hecho lo suficientemente fuertes como para ser plantadas. Este será un espacio que se convertirá, sin duda, en un nuevo punto de referencia natural para nosotros y para los siglos venideros.