La Unesco, en 1982, declaró: «…que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden». Así pues, la cultura está presente en el lenguaje, las costumbres, la religión, el sistema legal y hasta en la enseñanza en las aulas. Cabe destacar que la cultura española sigue teniendo influencias de todo el mundo en arquitectura, arte y literatura. ¿Quién no está familiarizado con Don Quijote de la Mancha de Cervantes, el segundo libro más traducido del mundo después de la Biblia o ¿Quién no ha oído hablar de que el cuadro más caro jamás vendido es un Picasso? Los escritores hispanohablantes como Gabriel García Márquez e Isabel Allende siguen ocupando las listas de «best seller» mundiales.
Desde el punto de vista didáctico, el profesor de español debe hacer uso de fotografías, revistas, periódicos, películas y programas de televisión o radio para estimular al alumno y que conozca mejor algunos aspectos concretos de la cultura española. Es importante hablar sobre el entorno internacional, los deportes, el entorno empresarial español, la gastronomía, la internacionalización de las empresas españolas, algunos casos de éxito y otros temas de actualidad que integren al alumno en nuestra lengua y cultura.
Creo firmemente en la conexión inextricable entre el lenguaje y la cultura. Desde mi punto de vista, aprender un idioma es básicamente aprender otra manera de pensar. El componente cultural, debe considerarse, por tanto, un componente más de la enseñanza del español. La cultura que debemos enseñar a nuestros estudiantes no tiene que ser una cultura de estereotipos sino todo lo contrario, se debe proporcionar un mosaico variado y múltiple de ofertas diferentes.
La enseñanza del español deberá conceder un papel esencial al componente cultural, como un elemento indispensable dentro la competencia comunicativa. Eso no significa que el profesor tenga que convertirse en un especialista de la cultura del estudiante ni en un antropólogo profesional. Basta con tener los ojos abiertos ante las dos realidades, la cultura meta y la de los estudiantes, para así mantener una cierta distancia que le permita realizar una reflexión permanente sobre los aspectos culturales que pueden incidir en la conducta lingüística de sus estudiantes.
Entender la cultura es entender como dar vida a una lengua. Un buen profesor es alguien que es capaz de familiarizarse con la cultura, las costumbres y con los procedimientos sociales de los hablantes de otras lenguas.
«Solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe… Sólo la cultura de libertad… No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura». Miguel de Unamuno