Un taxista británico viaja a Madrid a recoger un perro.
El conductor debió de pensar que su cliente estaba loco cuando le dijo que tenía que recoger a su perro labrador en la capital española.
John Jupp, el taxista, afirma que recibió una llamada del dueño del perro preguntándole si podría recoger al animal y dejarlo en la dirección que le facilitaba, en Knightsbridge. Asimismo, le comentó una oferta de pago por la tarifa hasta la capital española.
«Ella me preguntó si llevaba perros en mi coche. Como había sido previamente un buen cliente, le dije que sí. Entonces me ofreció un precio por recoger un perro y llevarlo a su casa en Knightsbridge. Nunca olvidaré el momento en el que me dijo que la dirección era en Madrid.»
A pesar de que Jupp no reveló el precio del viaje, sí que comentó algunos detalles al periódico Evening Standard, tales como las 16 horas que tuvo que conducir desde Calais hasta Madrid y algunos problemas que surgieron por el camino, como el coste de 100 libras adicionales por llevar caducado el certificado del veterinario del animal. Lo que comenzó como un día normal para Jupp se convirtió en una ruta de 38 horas y más de 2.000 millas de distancia.