Javier Arcenillas define su trabajo como «humanista, abierto y comprometido». Él es fotógrafo profesional y uno de los dos finalistas españoles de los Sony World Photography Awards 2011, que premiarán el próximo 26 de abril en Londres las mejores imágenes de fotoperiodismo, bellas artes y fotografía.
Para Arcenillas la nominación no supone ninguna sensación nueva aunque le halaga que su trabajo haya gustado y reconoce que «es un importante galardón». Y es que este certamen es un valioso reconocimiento al que optan los más destacados fotógrafos del mundo y donde el jurado ha seleccionado 4 de sus fotografías entre más de 105.000 trabajos de 162 países. Junto a él, Lucía Herrero es la otra finalista española que opta al premio con su proyecto Tribus y Javier Martín e Ignacio Tejerina lo hacen en la categoría amateur.
Sicarios / El Líder de una de las bandas de Sicarios de la Verbena recarga su arma en la calleComo él mismo dice «¡cualquiera puede ganar menos yo!» y cree que entre los finalistas hay algún gran fotógrafo pero otros muy buenos que se han quedado a las puertas. El jurado ha seleccionado trabajos muy personales del autor, que en algunos casos le ha llevado mucho tiempo realizarlos. «Ha sido muy curioso ver como diversos editores han apostado por mis fotografías en categorías muy diferentes con imágenes y trabajos tan distintos no sólo en temática sino en técnica y ensayo», comenta Arcenillas.
A pesar de haber ganado más de 100 premios internacionales, ve los concursos como «un medio para un fin». De ellos le importa lo que le pueden ofrecer, «en unos casos para enseñar mi trabajo al público y en otros para financiarme nuevos proyectos. Lo insultante es que te paguen más en un premio que en una publicación, es tan ridículo que me da vergüenza».
Sus claves: tenacidad, trabajo y respeto. Para Arcenillas un buen fotógrafo debe tener «la voluntad de querer contar y no ser el protagonista de tus historias. No estamos para eso». Su meta es contar historias y comprender el por qué de los miedos, egoísmos y sinrazones que pueblan el mundo. «Son motivos muy personales pero tengo claro que yo no voy salvar el mundo con mi fotografía, sólo enseñarlo. Soy un testigo, nunca un juez ni mucho menos un jurado», reconoce el fotógrafo.
Transilvania / En la tierra de los mitos fantásticos sobre Vampiros, una aureola de misterio se cierne en los Cárpatos. Los habitantes de la provincia de Transilvania viven ajenos a su exitosa famaSobre la situación de la fotografía española, Javier Arcenillas cree que «vamos un poco a remolque, como en cientos de disciplinas. No somos referentes fotográficos, nunca lo fuimos, no entra dentro de nuestra cultura. Que nuestro mayor gestor de fotografía sea una entidad privada ya nos dice bastante. Pero ahora mismo con todo lo que pasa en el país es lo que menos importa, sin duda». En cuanto a la idea de ver constantemente a los mismos autores en los mismos circuitos y no apostar por el talento emergente, prefiere no opinar.
Uno de los últimos proyectos que está desarrollando titulado ‘Sicarios’ es un retrato cruel y muy actual sobre la violencia y el miedo en Latinoamérica, una de las historias más reales que ha captado con el objetivo de su cámara. Sicarios será expuesto en la Galería AranaPoveda de Madrid el 2 de junio en el marco de PHotoEspaña 2011.