Una amplia sonrisa nos hace disculpar inmediatamente el ligero retraso causado por la lluvia londinense y el tráfico del centro de Londres. Juan Genovés nos estrecha su mano, para iniciar una conversación distendida con motivo de la inauguración de su enésima individual en la Galería Malborough en el número 6 de Albemarle Street, en el corazón de Mayfair. La zona más exclusiva de Londres presenta 16 acrílicos en diferentes formatos y soportes, realizados en 2013, del pintor valenciano afincado en Madrid, que desde el 4 de Junio hasta el próximo 28 del mismo mes se expondrán en estas paredes.
Según su trayectoria se posiciona como un defensor del arte figurativo, pero en su recorrido se ve que en toda su obra el individuo o la multitud se enfrentan física y visualmente a una parte abstracta, formada por un punto, una línea, un plano.
Se enfrentan a la masa abstracta. Parto siempre de que la pintura es toda abstracta, aunque sea muy figurativa es siempre informal. En el fondo, la pintura es una materia que está sobre una superficie plana, y la manera de poner esa materia para mí es lo importante. Según mi concepto, la pintura hay muchos modos de leerla, visualmente, te cuenta una historia literaria. Pero la profunda, la de verdad es la de la materia, puesta sobre una superficie plana.
Usted ha conseguido lo que nunca consiguió Francis Bacon, como le indicó en una ocasión en cuanto compró una de sus obras, pintar la multitud. Ese conjunto de personas ha variado con usted en el trascurso de los años como también el individuo, en esta exposición es diferente de nuevo. ¿Qué piensa frente a la multitud y el individuo?
Yo creo que la multitud está formada por unidades, a las que busco y provoco, distinguiendo unas figuras de las otras insertando pequeños objetos reales para individualizarlas y darles una identidad propia. Se relacionan también a nivel cromático con lo que les sucede dentro del contexto espacial de la obra buscando su verdad. Una obra no puede limitarse solo a una lectura, no puede decir sólo una cosa. Cuando un cuadro tiene pocas soluciones no lo pinto, siempre intento que se puedan encontrar infinidad de lecturas en una obra.
Estuvo censurado durante el franquismo y eso le llevó a ser reconocido fuera de España. ¿Cómo se lleva que un artista tan reivindicativo y que ha ido siempre contracorriente, esté representado en exclusiva por una galería tan comercial como la Malborough?
En España nunca he tenido galería, después de que expuse en el 1966 en la Bienal de Venecia y me cerraron varias exposiciones, me dediqué a hacer joyas durante dos años para poder vivir. Me encontré con un pintor que tenía cargo en el Ministerio de Bellas Artes, y me preguntó qué estaba haciendo en ese momento. Le dije que me dedicaba a la pintura política y enseñé lo que hacía y me animó a realizar una exposición en la Dirección General de Bellas Artes con el riesgo de jugarse el cargo y de que yo terminara en la cárcel. Éramos muy ingenuos, pensábamos que íbamos a cambiar la sociedad. Fue en el 65, hice 40 obras y fue una bomba. No podían cerrarla porque era una exposición del régimen y en el ABC al día siguiente salió una obra mía como ejemplo de una pintura de un «artista del este». Ese fue mi lanzamiento. Llevo 48 años con la Malborough Gallery, y eso me ha permitido preocuparme exclusivamente de pintar y realizar mi obra. Son muy profesionales y nunca me han impuesto ningún parámetro a seguir y he tenido la libertad de seguir mi carrera de una manera serena, y hacer cosas paralelas que me han hecho realizarme como artista y como persona.
¿Cree que ha sido más valorado fuera de su país que en su misma casa?
Es verdad, en España he sido clasificado y al no poder exponer allí por motivos de censura y colaborar con una galería extranjera, aunque ya tiene sedes en Madrid y Barcelona, fui reconocido fuera ya que en España no se presentaba la obra. He estado en todo el mundo y en España no se enteraban, ninguna colección tenía obra mía y ahora ya es demasiado tarde porque el coste es más elevado.
¿Ha habido algún artista que le ha influido especialmente en su vida y haya condicionado su pintura?
Yo no soy nada mitómano, soy como un cazador que va buscando la presa. Yo veo un trozo de cuadro que me sirve y me fijo en eso y luego me sugiere otra cosa, el arte es una cosa muy complicada. Los que escriben sobre arte lo quieren simplificar pero es muy difícil.
¿Es el crítico quien hace al artista?
Eso era hace tiempo, ahora estamos viviendo como una galaxia Gutenberg, donde lo que se dice siempre necesariamente es verdad. Pero la gente ahora, con los medios de los que se dispone se cuestiona más todo y hay más información que crea criterios diversos.
En la sociedad en la que vive el arte contemporáneo parece que hay una cultura de no esforzarse a encontrar el significado de una obra, y se llega a la conclusión de «esto no lo entiendo, me están tomando el pelo». ¿Qué piensa frente a esta afirmación?
Eso está cambiando con los medios audiovisuales, el crítico está desapareciendo. Son muy aburridos y la gente hace caso más a la gente, esa conexión social es maravillosa. Juan Genovés es un artista que ha vivido su realidad y la ha presentado según su punto de vista, una visión global en la que el miedo es su enemigo e intenta combatirlo sin pensar para dar ese vigor extraordinario a su mensaje. Busca la frescura del subconsciente e intenta automatizarlo y dirigirlo sin conseguirlo. Asegura que pintar es su vida, «a mí me gusta subir los 18 escalones de mi estudio y para mí eso es el mundo. El resto es de segunda categoría, con mis cuadros soy feliz».
Juan Genovés: Recent Paintings
4 Junio – 28 Junio 2014
Marlborough Fine Art
6 Albemarle St
Londres, W1S 4BY