En semanas anteriores hablamos de cómo se puede mejorar la vida íntima de hombres y mujeres a través del conocimiento de nuestro propio cuerpo, y de la mejora en la comunicación con los demás y con nosotros mismos. Bien, avancemos un poco más y entremos en un mundo muy nuevo y distinto a la vez: juguetes y juegos sexuales.
El respeto y el equilibrio que tengamos entre mente y cuerpo es fundamental para ir un paso más allá, esa es una idea que debe estar muy clara -y que se reitera con insistencia-. ¿Qué ocurre si ya se habla de utilizar elementos externos que las personas manipulan en su cuerpo y en el de otra persona? La idea de utilizar algo que no pertenece a nuestro entorno corporal puede llevar a equívocos o a ideas preconcebidas sobre la utilización y resultados de este tipo de aparatos. Pero nada más lejos de la realidad, pues como se ha comentado en artículos anteriores, siempre que se cuente con la información adecuada, se puede conseguir un placer mayor y una experiencia única.
Hay muchas clases de juguetes sexuales o elementos con los que amenizar una relación íntima pero, ¿cómo saber lo que nos gusta? La respuesta es sencilla… Probando! Provocan entre miedo, incertidumbre y sobre todo curiosidad, muchísima curiosidad. Analicemos diferentes opciones:
– Bolas chinas. Dos palabras que pueden provocar varias reacciones, pues están muy ligadas a la factoría de películas porno, y este aspecto en las personas aparentemente produce un rechazo directo, ya sea por el miedo a sus efectos o por la ignorancia en su uso. Se desconoce la cantidad de mujeres que las utilizan no directamente para estimularse o estimular en sus relaciones sexuales, sino para ejercitar el suelo pélvico en un ejercicio tan sencillo como pasear durante quince minutos al día. Son higiénicas, se adaptan perfectamente a la anatomía femenina y ayudan a mantener esa zona en forma… ¿Se puede pedir más?
[pullquote]La idea de utilizar algo que no pertenece a nuestro entorno corporal puede llevar a equívocos o a ideas preconcebidas sobre la utilización de este tipo de aparatos[/pullquote]Podemos estimular nuestros sentidos de muchas formas y una de ellas es con la sutileza de los lubricantes, cremas aromáticas, polvos, … Todos ellos con múltiples variedades: efecto frío o efecto calor, distintos sabores -afrutados, picantes, más dulces-, colores y texturas que nunca nos llegaríamos a imaginar. Hay para todos los gustos y pueden provocar intensas y duraderas reacciones de placer, pues sirven para todas las partes del cuerpo, y todo ello sin dejar huella, pues desaparece con facilidad enjuagarse con un poco de agua.
¿Te gustan los carnavales? Pues una buena manera de aprovechar los disfraces que se tengan en casa es utilizándolos para los juegos sexuales más divertidos. ¿Quién dice que un antifaz no puede ser sensual? En este campo hay multitud de posibilidades, pues la imaginación es ilimitada, así como la manera de llevar a cabo nuestras fantasías. ¡Aprovecha y echa a volar tu imaginación!
[pullquote]Podemos estimular nuestros sentidos de muchas formas y una de ellas es con la sutileza de los lubricantes, cremas aromáticas, polvos…[/pullquote]El erotismo no tiene por qué estar reñido con la comida. ¿Has escuchado alguna vez hablar de una comida erótica? Se mezclan dos
placeres indescriptibles que pueden ser compartidos, y que a la vez hacen que las personas se diviertan y disfruten de una experiencia que se puede repetir todas las veces que se quiera. ¿Cómo hacerlo? ¡Con creatividad y buen humor! No hay límites establecidos y el resultado puede ser inmejorable. ¡Atrévete!
Antes, casi todos los juguetes estaban destinados a mujeres pero afortunadamente, la cuestión está cambiando y ahora existen cada vez más aparatos destinados para ellos, lo que aumenta las posibilidades de diversión y placer. ¿Por ejemplo? Una funda para penes… Suena raro, ¿verdad? Sí, la primera idea que se nos viene a la cabeza es la de un artilugio que se coloca alrededor del pene y la imagen siguiente es muy rocambolesca. Sin embargo, hablamos de una funda que lo que hace es mantener la erección y retardar la eyaculación, de forma que el placer es más duradero. Se coloca en el momento de la penetración y es completamente higiénico, a pesar de la imagen que se pueda dar. La cuestión es romper las barreras y superar los miedos o ideas que se pueda tener hacia lo desconocido.
¿Y los famosos consoladores? Llamados así popularmente, aunque en realidad se llaman dildos, y son sobradamente conocidos. Hay otras variedades, como los anillos vibradores -con varias marchas-, y varios tipos y tamaños, y suelen utilizarse para estimular las zonas genitales o complementar la masturbación. Son un buen elemento alternativo que nos estimula la imaginación y nos ayuda a innovar. ¿Por qué no añadirlo a la lista?
Como has podido comprobar, existe todo un mundo de posibilidades que descubrir, incluso aspectos nuevos que nos hagan vivir experiencias inolvidables. La sexualidad forma parte del ciclo vital humano y su desarrollo. Como decía un mito erótico como era Marilyn Monroe: “El sexo forma parte de la naturaleza y yo me llevo de maravilla con ella”.
