El pasado día 22 de diciembre, Verónica Vanesa Chango Álvarez se encontraba en Streatham High Road, esperando al autobús que la llevaría al trabajo, cuando se vio arrollada por un vehículo conducido a gran velocidad, que colisionó directamente con la parada, atropellando a dos personas. Una de ellas fue Verónica, ecuatoriana de 31 años y residente en este país desde hacía doce años, quien falleció en el acto. La segunda persona implicada en el accidente, un hombre de unos 51 años, sigue en estado crítico en el hospital.
El autor de los hechos, Nathan Davis, un inglés de 27 años y vecino de Normanton House, Clapham, compareció el pasado viernes 18 de enero antes los Tribunales británicos y sigue sin dar muchas pistas. Davis huyó tras el accidente sin remordimientos, sin prestar una mano de ayuda a las dos víctimas que acaba de arrollar con su potente Audi A3. Se entregó a la policía 3 días después, y desde aquel momento sigue en custodia. Según ha podido conocer El Ibérico, Davis se negó a hablar de los hechos cuando se entregó en la Comisaría de Kennington y también el viernes pasado, 18 de enero, durante el primer encuentro que el homicida ha tenido con la Justicia británica.
Verónica Vanesa Chango, recepcionista en el hotel St. Gilles, situado en Tottenham Court Road, era una persona muy querida por toda su familia. Varios familiares directos y muchos primos que residen en Londres se lamentan del accidente. «Pedimos que se haga justicia con esta persona, que reciba el castigo que dictamine el juez para que esto no vuelva a suceder en Reino Unido. Sólo pedimos que esta persona no esté tan pronto en las calles para prevenir que provoque más accidentes», expresó uno de los familiares de la víctima a El Ibérico.