La visita de la condesa británica al Reino de Baréin estuvo cargada de polémica al aceptar unas joyas de la monarquía. Hay que destacar que en este lugar murieron más de cuarenta personas durante una manifestación antigubernamental.
Desde el Palacio de Buckingham admiten que estos regalos suelen pasar a formar parte de la colección real y no son obsequios personales. Sin embargo, Denis MacShane, ex miembro del ministerio de asuntos exteriores de Gran Bretaña, opina que la condesa de Wessex tendría que subastar las joyas para así donar el dinero a las víctimas de esa represión.
