El 9 de noviembre de 2014 es la fecha elegida por el gobierno de Mas para que los catalanes se acerquen a las urnas y contesten a dos preguntas: ¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?» Y, en caso de respuesta afirmativa, «¿Quiere que este Estado sea independiente?»
Ya hay fecha para la consulta catalana./CIU.Apoyado por los partidos Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Iniciativa per Catalunya y las CUP (Candidatures de Unió Popular), el líder de Convergència anunció lo prometido en campaña electoral: definir la fecha y la pregunta del referéndum sobre la independencia antes de que acabara 2013. El día elegido es el 9 de noviembre, dos meses más tarde del referéndum escocés (18 de septiembre de 2014). Pese a ser dos casos similares, el contexto es diferente y es que, al contrario del caso escocés, la consulta catalana no ha sido autorizada por el gobierno central.
En este sentido, durante su comparecencia en La Moncloa con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, Rajoy aprovechó para mandar un mensaje claro a Cataluña: «La consulta no se celebrará, eso está fuera de toda discusión y de toda negociación». El presidente del Gobierno señaló además que «ningún Gobierno puede ceder lo que corresponde a los españoles. Ni yo ni ningún presidente del Gobierno puede permitir o consentir que se prive a los españoles de lo que la Constitución y las leyes les garantizan». Con estas declaraciones, Rajoy cerraba la puerta no solo a una posible independencia sino también a la opción de preguntar democráticamente a los ciudadanos su opinión al respecto.
En la misma línea, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que el PSOE no apoyará la consulta y que Artur Mas «está llevando a Cataluña a un callejón sin salida». Por su parte, Rosa Díez (UpyD) ha ido más allá al calificar la iniciativa nacionalista como «una manera bastante notable de hacer el ridículo» ya que «tanto reivindicar y han sido incapaces de decidir el texto de una sola pregunta».
Y es que la doble pregunta ha levantado polémica. Si bien la cuestión escocesa es directa: «¿Quiere que Escocia sea un país independiente?»; en el caso catalán se ha decidio formular dos. La primera pregunta, en caso de respuesta negativa, no da opción a responder a la segunda. Pero, en caso de decir ‘si’, se podría volver a elegir entre ‘sí’ o un ‘no’ al Estado independiente. Si los ciudadanos sedecantaran por el ‘no’ indicaría que los catalanes quieren un cambio aunque quizá no la independencia.
Aunque algunos partidos de acuerdo con el referendum hubieran formulado una pregunta directa, dentro del propio gobierno catalán existen dudas sobre hacia dónde llevar a Catalunya. En concreto, Josep Antoni Durán i Lleida, líder de Unió, sería partidario a responder ‘Sí’ a la primera pregunta (¿quiere que Cataluña se convierta en un Estado?) pero sería contrario a una sececión.
Al respecto, Oriol Jonqueras, líder de ERC, ha señalado que «queríamos una pregunta a la escocesa, la de la independencia, pero ERC tiene el peso que tiene en el Parlament» y, de este modo, firma el pacto al aparecer la palabra ‘independencia’ en las papeletas. Por su parte, Jordi Cañas, portavoz de Ciutadans, afirmó que «tienen pregunta, tienen fecha, pero no habrá consulta» y que «este es el principio del fin de las burbuja separatista».
La prensa británica también se hace eco
La prensa británica se mantiene neutral respecto a la consulta sobre la independencia de Cataluña ya que tiene el referendum escocés a la vuelta de la esquina. La BBC recuerda que el pasado 11 de septiembre muchos catalanes se unieron a la vía catalana para mostrar el sentimiento de nación y añade será complicado que la consulta se lleve a cabo ya que «el parlamento español debería cambiar la Constitución antes de noviembre, algo que parece imposible debido a la oposición en Madrid». Mientras que The Guardian se limita a explicar el cruce de declaraciones y el «bloqueo» del Gobierno a una posible consulta, The Daily Telegraph apunta que «el movimiento independentista ha ganado fuerza por la crisis y las medidas de austeridad impuestas desde Madrid» y añade que las encuestas «muestran que la mitad aproximadamente de los catalanes eligiría la el camino de la independencia».